lunes, 3 de agosto de 2015

La Ley Seca

Grupos que eran partidarios de la ilegalización del alcohol existían desde hacía mucho tiempo. Concretamente en los Estados Unidos, desde principios del siglo XIX, había un Movimiento por la Templanza, que en su inicio se entendió como moderación en el comer y en el beber, posteriormente como prohibición total de consumir alcohol, y finalmente como una condena de todo lo relacionado con el alcohol, siendo incidentes en su total oposición a las empresas que lo fabricaban y distribuían. Más de una vez habían solicitado al Gobierno la prohibición de éste, argumentado que muchos crímenes eran cometidos bajo la influencia del mismo. 


Estos grupos se hicieron muy influyentes, siendo apoyados por algunos miembros de la intelectualidad de entonces, llegando algunos de sus miembros a ser políticos. Entonces se llegó a 1917. Ese año, el Congreso aprobó una resolución a favor de una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos (conocida como la Enmienda XVIII) que prohibía la venta, importación, exportación, fabricación y el transporte de bebidas alcohólicas en todo el territorio nacional. 


En Enero de 1919 la enmienda fue ratificada por 36 de los 48 estados de la Unión, siendo susceptible de imponerse como ley federal (aplicable a todos los Estados). Ese mismo año, se aprobó la llamada Ley Volstead, la cual implementaba la prohibición dictaminada por la mencionada Enmienda XVIII. Nacía la que se denominaría como Ley Seca.

Cartel a favor de votar por la Ley Seca

El caso es que los prohibicionistas habían ganado por Ley, pero no en las calles. Sí en su momento se quejaban de que el alcohol "producía" crímenes, los locos años 20 hizo que hubiera lugares donde clandestinamente se comercializaba alcohol, las mafias hicieron del tráfico ilegal su forma de vida y cuando se acababa el alcohol fabricaban el suyo propio, algo que generó enfermedades, ya que éste era fabricado de una manera poco higiénica (se llegaron a utilizar bañeras para ello). Por otro lado, el cierre de empresas de fabricación y distribución de alcohol, provoco mucho paro.

Alcohol siendo tirado

El que el crimen organizado, así como otros delitos, hubiera aumentado, se propagaran enfermedades fruto del alcohol en mal estado y que creciera el número de parados hizo que la opinión pública, que antes estaba a favor de la Ley Seca, se pusiera en contra de la misma, utilizando aquella frase tan propicia de "es peor el remedio que la enfermedad". Por otra parte, la perdida de ingresos por los impuestos al alcohol era un lastre para un país que hasta 1929 parecía vivir en una constante alegría económica. 


Todo el mundo sabía que había bares clandestinos, empezando por los policías y funcionarios corruptos que hacían la vista gorda previo pago del mafioso de turno, pero llegaron a haber tantos que era imposible la aplicación de la ley, a pesar de la insistencia de los grupos anti-alcohol, los cuales seguían exigiendo más severidad. El caso es que la mencionada opinión pública culpaba a la Ley Seca (y no al consumo de alcohol) como causante del aumento de la criminalidad. Incluso, muchos dentro del Partido Republicano, ferviente defensor de la misma, se estaban poniendo en su contra. 

La Ley Seca propició la aparición de mafiosos como Al Capone

Tras el crack de la bolsa en el 29, las cosas no mejoraron precisamente, ya que el paro aumento con creces y las arcas públicas estaban vacías. Este desastre hizo que el Gobierno buscara nuevas fuentes de financiación, mediante impuestos, mientras muchos consideraban a la industria del alcohol como un posible factor dinamizador de la economía estadounidense, pudiendose generar puestos de trabajo. 
En 1932, El Partido Demócrata dijo que tenía la intención de derogar la Ley Seca, y Franklin Delano Roosevelt prometió que, de ser elegido presidente, derogaría las leyes que aplicaban la Ley Seca.Y así sería. 


En 1933 Roosevelt firmó el Acta Cullen-Harrison, que legalizaba la venta de cerveza que tuviera hasta 3,2% de alcohol, así como la venta de vino, siendo aplicable a partir del 7 de abril de ese mismo año, derogando con ello la Ley Volstead. Meses después diversas convenciones estatales ratificaron la Enmienda XXI a la Constitución de los Estados Unidos, derogando de facto la Enmienda XVIII. 


La mencionada enmienda fue ratificada el 5 de Diciembre de 1933 por el Senado de los Estados Unidos. 14 años después de su aplicación, moría la Ley Seca. Uno de los periodos más tristes y complicados que afectaría a la política interna de los Estados Unidos de América.

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