sábado, 9 de junio de 2018

"Ladran Sancho, luego cabalgamos"

Con esta frase (o sus variantes como "ladran Sancho,señal de que estamos cabalgando" o "Ladran, señal que avanzamos") se quiere decir que mientras otros critican (ladran) nosotros avanzamos con buena letra en nuestra tarea, algo que enfada a dichos críticos, los cuales seguirán "ladrando". Tradicionalmente muchos atribuyeron esta frase a Don Quijote cuando (según esos muchos) pasaron delante de unos perros que no dejaban de ladrarles, pero lo cierto es que el Caballero de la Triste Figura NUNCA dijo tal frase o alguna que se le pareciera, siendo esta una "cita apócrifa", pero ¿por qué de tal atribución?


Muchos expertos en estas lides (las de la literatura) dicen que la primera constancia escrita de una expresión que se asemeja proviene del gran poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, el cual en 1808 publicó el poema titulado "Kläffer" ("Ladran" en alemán) que dice:    
    
   "En busca de fortuna y de  placeres
    Más siempre atrás nos  ladran,
    Ladran con fuerza…
    Quisieran los perros del potrero
    Por siempre acompañarnos
    Pero sus estridentes ladridos
    Sólo son señal de que cabalgamos"

Parece ser que fue el insigne Ruben Darío, el Príncipe de las Letras Castellanas, el que, tras leer el poema de Goethe, acuñó una expresión que usualmente decía cuando era criticado debido a su origen mestizo a la que le añadió el nombre de Sancho (fiel escudero del sin par Quijote) por motivos desconocidos (y que dio origen al error popular): "Si los perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos". 

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