Nadie podía pensar que Lewis Wallace, General de la Guerra de Secesión, escribiría uno de los libros más influyentes de la historia y más dentro de un ámbito pocas veces tocado en la novela como el Cristianismo. Se dice que Wallace había sido incrédulo en su juventud, pero algo que conservó toda su vida fue el estudio y su interes por saber. Fue precisamente a través de sus estudios en
documentos de la época cuando llegó a la
conclusión de que realmente existió Jesús de Nazaret. Lo cierto es que (confirmado por él), la novela que acabaría titulando como "Ben-Hur: A Tale of the Christ" ("Ben-Hur: una historia de Cristo" en inglés) la concibió como una manera de interpretar sus propias creencias acerca de Dios y de Cristo.
La novela publicada en 1880 nos relata la historia de un príncipe judío, Judá Ben-Hur (literalmente "hijo de Ur") y sus peripecias en la época del Mesías en un mundo en el que se gestaba la nueva Fe, que sería el Cristianismo, comenzando desde la adoración de los Magos y siguiendo por la historia de Judá, traicionado por su amigo Messala, y que desde ese momento buscará la venganza para posteriormente brotar algo en él, que no es otra cosa que la llama de aquel hombre nacido en Belén, el hijo de María.
Lew Wallace hizo algo muy habitual en las novelas de su tiempo: combinar romanticismo y espiritualidad. Muchos miembros de la curia eran firmes
opositores a las novelas en general, hasta Ben-Hur, cambiando de
parecer, lo que hizo que la novela fuera una de las más vendidas no sólo de su tiempo, sino de la historia. Es más, no sería superada en ventas hasta el boom que supusó "Lo que el Viento se Llevó".
Lew Wallace |
Por otro lado, inicialmente se adaptó al teatro con notable éxito hasta que llegaron las adaptaciones cinematograficas, de las cuales las más conocidas fueron las dirigidas por Fred Niblo (la cual es superfiel a la obra original), una de las grandes del cine mudo, con el gran Ramón Novarro, y la más reconocida por todos (gracias especialmente a sus 11 Oscars) dirigida por William Wyler con Charlton Heston. En ambas son memorables la batalla en el mar y las carreras de cuadrigas.
Las versiones de 1925 y 1959 |
Ni que decir que la obra es entretenida, muy buena desde el punto de vista histórico, aparte de contar con una trama bien estructurada y una apasionante historia, la cual nos hace seguir las aventuras del hijo de Hur.
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