El Madrid (sin título de Real) republicano

El advenimiento de la II República supuso todo un cambio en muchos ámbitos de la vida y no sólo en lo político, sino en lo social, estando entre ellas el fútbol. Muchos equipos tuvieron que quitar todo estandarte monárquico que hubiera en el club, ya fuese en el nombre, escudo o sus instalaciones. Uno de ellos fue el Real Madrid que se vio forzado a quitar la corona del escudo y volver a su antigua denominación de Madrid Foot-ball Club. Como el escudo quedaba muy "soso" sin la corona, se le añadió una banda morada que lo atravesaba tal y como se había hecho con la bandera española, añadiéndole la franja inferior morada porque decían que el pendón del Reino de Castilla era morado, aunque eso no es verdad (error histórico).

El Madrid durante ese tiempo fue competidor del Athletic de Bilbao por la hegemonía en España y, aparte de los Campeonatos Mancomunados (los cuales ganó todos), consiguió dos Ligas y dos Copas, siendo la última el título copero que ganó al Barcelona en Mestalla el año 1936, con aquella parada antológica de Zamora (enlace), semanas antes de iniciarse la guerra civil. 

La directiva del Madrid estuvo generalmente formada por republicanos sobre todo a partir del año 1935. Antes de eso, sus Presidentes fueron el noble Luis de Urquijo (último antes de la caída de la Monarquía) y Luis Usera, con el que el equipo consiguió las dos Ligas seguidas. Tras él llegó Sánchez-Guerra, que fue Presidente entre 1935 y 1936, habiendo sido además candidato de la Conjunción Republicano-Socialista, como independiente, en las elecciones municipales de Madrid durante la Monarquía y secretario general de la Presidencia de la República hasta el 7 de Abril de 1936. 

En las elecciones en las que eligieron a Sánchez-Guerra, se le presentó como un renovador frente a un grupo conservador en el que estaba don Santiago Bernabéu, entonces director técnico del club. Uno de sus miembros, Valero Rivera sería asesinado durante la guerra. Con su viuda, María Valenciano, se casaría precisamente Bernabéu (el cual era amigo personal de Rivera y quien había ayudado a la viuda a buscar el cadáver), el cual tiempo después se incorporó al ejército franquista.

Rafael Sánchez-Guerra

En Agosto, el Madrid, así como sus instalaciones fueron ocupadas por el Frente Popular, siendo el club presidido por un comité dirigido por Juan José Vallejo, Presidente de la Federación Deportiva Obrera. Ese comité cedió el Campo de Chamartín para la instrucción del Batallón Deportivo. Esto fue practica habitual en el Madrid republicano donde se incautaban determinadas organizaciones, entre ellas las deportivas, por parte de partidos políticos y sindicatos por el (decían ellos) bien de la República. Sánchez-Guerra, el cual tras la guerra se exilió y formó parte del Gobierno de la República en el exilio, volvió a España, acabando sus días como fraile en 1964. Antes de morir, recibió una visita de la junta directiva presidida por Bernabéu. 

Entre los personajes muy vinculados al Madrid y que intentaron preservar al club estaban Pablo Hernández Coronado (uno de los grandes hombres del madridismo antes, durante y después de la guerra, enlace) y Heliodoro Ruiz, instructor de educación física del ejército republicano, que salvaguardó las instalaciones (que aún así se vieron mermadas). También estaba el Coronel Antonio Ortega, nombrado por el Gobierno como máximo responsable de la institución (un Presidente no oficial, ya que fue puesto por el mando político). Ortega, Oficial de carabineros antes de la guerra y afiliado al PCE, fue también director general de Seguridad. Tras la guerra Ortega fue ejecutado. 

Pablo Hernández Coronado

El Madrid durante practicamente toda la guerra estuvo muy vinculado a organizaciones izquierdistas hasta el punto de que más de una vez disputó partidos para recaudar dinero por la causa antifascista. La estructura originaria del Madrid estaba destrozada en muchos aspectos y, tras que se le negara jugar el Campeonato Catalán gracias a la negativa del Barcelona (enlace), malvivió durante mucho tiempo y tuvo que liberar a algunos de sus jugadores, que combatieron en el frente, fueron encarcelados, se exiliaron o incluso condujeron ambulancias (como fue el caso de Jacinto Quincoces). 

Madrid fue símbolo durante meses de la causa antifascista y es por eso que el Madrid fue visto como el club del pueblo hasta el punto de ser muy apreciado por el izquierdismo no sólo nacional , sino internacional. Así lo contaba la prensa: "Un club democrático como el Madrid, con un plantel de socios netamente republicanos de izquierda, no podía temer nada. La Deportiva Obrera, que tiene un gran concepto de los principios deportivos, encontró justos los razonamientos de algunos socios, y juntos concibieron un plan que ha sido puesto en práctica y aprobado sin excepción alguna, por todos los sectores deportivos de Madrid. Reunidos socios del Madrid y directivos de la Federación Obrera acordaron designar un Comité directivo que sustituya a la actual Junta directiva. El citado Comité, nombrado ya, está integrado por dos directivos pertenecientes a la Federación Deportiva Obrera. Uno de ellos, era Juan José Vallejo".

El club conservó su estructura, aunque con un viejo Chamartín destrozado por la guerra y recuperando a los dos años la corona, pero conservando la banda morada (un escudo tanto monárquico como republicano). Su siguiente Presidente sería el histórico militar Adolfo Meléndez y Antonio Santos Peralba (anécdota: en este caso Santos no era apellido, sino nombre) al que, tras el escandalo de la eliminatoria copera ante el Barcelona (Para saber más...), lo sustituiría Bernabéu. 

Es curioso que se diga que el Real Madrid era el equipo del régimen franquista cuando fue bien reconocido desde ámbitos republicanos, tanto conservadores como izquierdistas, e incluso por poco no se lo carga el franquismo por estar, según ellos, plagado de rojos y masones. El militar Meléndez evitaría eso. Lo bueno que tiene el Real Madrid, y merece saberse, es que, más allá de monarquías, repúblicas, dictaduras o democracias, su "ideología", su verdadera pasión, fue, es y seguirá siendo el fútbol. Paradojicamente, otros no pudieron durante un tiempo decir lo mismo. Ya lo decía Bernabéu: 

"Cuando oigo que el Madrid ha sido el equipo del régimen, me dan ganas de c... en el padre de quien lo dice. Y si lo no hago, no es por timidez. Me abstengo por no darle una pista. El equipo del régimen fue siempre el Atlético de Aviación, padre natural del Atlético de Madrid. Cuando acabó la guerra, y ahí están los archivos, nos metieron en la cárcel a medio equipo y los directivos de los rojiblancos eran todos coroneles".