En los años 20, 30 y 40 los actores latinoamericanos estaban muy de moda en el creciente Hollywood. Destacó especialmente un país como Méjico, el cual hacía (y hace) frontera con los Estados Unidos por lo que muchos actores daban el salto a probar suerte. La más grande sin lugar a dudas fue la mejicana María de los Dolores Asúnsolo y López Negrete que pasó a la historia como Dolores del Río.
Descubierta en su país por el cineasta estadounidense Edwin Carewe (uno de los más importantes de la étapa muda), comenzó su carrera en los Estados Unidos en 1925. Ya durante su
etapa en el Cine mudo estadounidense, la joven Dolores llegó a ser considerada la
versión femenina de Rodolfo Valentino; la latín lover femenina diría la prensa de entonces.
A Dolores la quería la cámara y los productores que veían en ella a un diamante en bruto. Dolores participó en una serie de películas mudas de gran éxito como "El Precio de la Gloria" (De Raoul Walsh), "Resurreccion" y "Evangeline".
Tras la aparición del Cine sonoro, participó en una serie de cintas de gran calibre como "Ave del Paraíso" (producida por David O. Selznick para el lucimiento de Dolores y que causó gran escandalo, puesto que se la ve desnuda), "Volando a Río" y"Jornada de Terror". Cuando su carrera en Hollywood comenzó a declinar a principios de los años 1940 volvió a Méjico, un país que se encontraba inmerso en un momento de gran y maravillosa producción cinemátografica. El paísw estaba en la conocida como Epoca de Oro del cine Mexicano.
Dolores alternó tanto cine y teatro, así como su país natal y de acogida, siendo una de las estrellas más reconocidas salidas del querido Méjico. Aquella Dolores que salió con apenás 20 años de su país natal para triunfar en el rutilante Hollywood es una figura mítica de Latinoamérica, así como la perfecta representación del bello rostro femenino de Méjico en el mundo entero. Una grande del cine.
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