"El analista halla su placer en esa actividad del espíritu consistente en desenredar"
Edgar Allan Poe
Sin lugar a dudas el primer relato de tipo policíaco hasta la fecha en el que tanto la misma literatura como el cine han basado gran parte de sus argumentos. Y (¿cómo no?) con la gota de terror característica de nuestro amigo Edgar Allan Poe.
En la calle Morgue se producen una serie de horrendos crímenes a los que por su forma nadie sabe explicar. Mujeres muertas en una populosa calle de París, donde hay suelto un asesino que parece matar sin un móvil claro. La policía está desconcertada hasta que el detective aficionado C. Auguste Dupin da con la solución (aunque le costó dada la complejidad del caso).
"Los Crímenes de la Calle Morque", aparte del primer relato policíaco, el primer relato de suspense al cual se denomina de
"habitación cerrada", en el cual literalmente se "reta" al lector a resolver un enigma que parece irresoluble, planteado desde una situación concreta y
delimitada, algo en lo que evidentemente se basarían Conan Doyla para su Sherlock Holmes y Agatha Christie para su Hercule Poirot y Miss Marple.
Pero antes de ellos estaría Dupin, el cual volvió a aparecer en “El misterio de Marie Rogêt” y en “La carta robada”, relatos los cuales junto a "El escarabajo de oro" se hallan dentro de un nuevo estilo novelístico en Poe basado en el raciocinio y la capacidad analítica no sólo de los protagonistas, sino en la del propio lector, el cual encontrará fascinante los misterios en los que nos sumerge el autor.
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