El 6 de Mayo tenía lugar lo que sería conocido como el saco de Roma. Las tropas germanas y españolas de Carlos I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, saqueaban la ciudad de Roma, poniendo fin al conflicto existente entre el Imperio y la Liga de Cognac. Pero ¿Cómo se había llegado a tal situación?
La Liga de Cognac era una alianza entre Papado, Francia, Milán, Venecia y Florencia, surgida a raíz del apoyo de Clemente VII a Francia con el objetivo literalmente de fastidiar al Emperador, ya que consideraba que el Imperio tenía gran influencia en la Península Itálica, algo que un Papa no podía tolerar.
Lo cierto es que se generó un conflicto bélico, que, si bien el Emperador comenzó perdiendo, acabó ganando por su gran fuerza militar con los que ni el Papa, Francia o los Estados italianos podían competir. El saco de Roma fue brutal y tras un asedio, las tropas imperiales accedieron a la ciudad, ejecutandose a infinidad de defensores, que no habían podido hacer nada ante unas tropas preparadas.
Posteriormente comenzó el pillaje, destruyéndose Iglesias y monasterios (excepto los templos nacionales españoles), además de palacios de
prelados y cardenales.Muchos de estos cardenales tuvieron que pagar para evitar ser robados por los soldados imperiales. Los ciudadanos romanos pasaron un mal trago (por citar una palabra más laxa), viendo como su ciudad era saqueada. El daño al arte de la ciudad, que se hallaba por ejemplo en el mismísimo Vaticano fue tan grande que Roma a nivel artístico tardó años en recuperarse.
Por otra parte, esto acabó con el Renacimiento romano, dañando el prestigio del Papado, intentando desde éste evitar los conflictos con el Emperador. Carlos I aparentemente estuvo tan disgustado por el saqueo de la ciudad que llegó a
presentar disculpas formales ante un derrotado Papa.
Una anécdota: En conmemoración de la valentía mostrada por la Guardia Suiza durante el saqueo de Roma, los nuevos reclutas prestan juramento el 6 de Mayo de cada año.
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