Un caso curioso tendría lugar en una época difícil como la de aquellos años 30. En un mundo dividido en el que el nazismo había llegado al poder, mientras los soviéticos se repartían el este, algo estaba a punto de sovacar los cimientos de la Corona británica. El hijo de Jorge V y heredero al Trono (Príncipe de Gales por lo tanto) pretendía casarse con Wallis Simpson, una mujer divorciada hasta dos veces.
Los que no somos ingleses, somos incapaces de comprenderlo, pero lo cierto es que la posibilidad de que el futuro Rey de Inglaterra, una de las Monarquías más antiguas y honorables del mundo, se casase con una mujer de "baja moral", que ya había yacido con dos hombres, era algo terrible. Los primeros ministros del Reino Unido, así como la clase política y social de la época, se opusieron al
matrimonio, argumentando que el pueblo nunca aceptaría a Wallis como Reina.
Wallis Simpson |
Por eso se buscó por todos los medios la abdicación de un Rey, que, tras la muerte de su padre, aún no había sido coronado como tal. A nadie se le escapaba que Eduardo no caia bien a varios sectores que veían en el posible Monarca a un hombre con simpatías hacía los nazis, algo que al parecer hizo notar durante la que sería la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente consiguieron su abdicación, siendo coronado el siguiente en la línea de sucesión su hermano y padre de la actual Reina, Jorge VI. Después de su abdicación fue nombrado Duque de Windsor y, en 1937, recorrió la Alemania nazi. Tras las acusasiones de simpatías pronazis, fue enviado a las Bahamas como Gobernador, pasando el resto de su vida en el retiro, falleciendo en 1972. Wallis, con la que estuvo casado hasta su muerte, falleció en 1986. Aunque nunca fue coronado, Eduardo VIII es considerado Rey del Reino Unido y con un periodo de 325 días, es uno de los Monarcas de más
corta duración en el trono en la historia inglesa.
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