Entre la permanencia y el ascenso

Los que son muy jóvenes no lo sabrán, pero hubo una época en la que al final de cada edición de la Liga había una serie de partidos en el que un equipo de la zona de abajo de la Primera División jugaba contra un equipo de la zona alta de la Segunda División. Unos para mantenerse en la división de honor; otros para ascender a dicha división. Les estoy hablando de las promociones. 

La primera vez que se jugó la promoción fue en la primera edición de la Liga (temporada 1928-29) en el que último clasificado, el Racing de Santander, último clasificado de la Primera División, se enfrentó al Sevilla, primer clasificado de la Segunda División. Los santanderinos se salvaron. Al año siguiente, se optó por que el último de la Primera División descendería directamente, mientras el primero de la Segunda División ascendería de forma directa.

La promoción se recuperó en la primera edición después de la guerra civil (temporada 1939-40), jugandose en campo neutral como última oportunidad a aquellos equipos que se habían quedado a las puertas de su objetivo de salvarse o ascender.  El antepenúltimo clasificado tuvo que enfrentarse al subcampeón de la liguilla de ascenso de Segunda División en Madrid. Sería con un duelo regional entre Celta y Deportivo de la Coruña, que ganaron los primeros 1-0.

El Barcelona llegó a jugar una promoción por no descender

El sistema más utilizado ha sido el que el tercero y cuarto por la cola de la Primera División se enfrenten al tercer y cuarto clasificado de la Segunda División, aunque no siempre fue así basicamente porque en su momento la Segunda División fue dividida en dos divisiones (norte y sur) durante los años 50. 

Al principio dichas promociones se jugaron a partido único hasta que para la temporada 1987-88 se recupera la promoción de permanencia (suprimida la temporada 1968/69) con el aumento del número de participantes de 18 a 20 equipos, jugandose a doble partido. Lo cierto es que todas las promociones eran a cara de perro, jugandose con el sufrimiento de dos aficiones que tocaban el objetivo de sus equipos con la punta de sus dedos. Así se mantendría hasta la temporada 1998-99 cuando se jugaría la última promoción de la historia. El Extremadura y Villareal descendieron frente a Rayo Vallecano y Sevilla respectivamente.