"La palabra es lo mejor que se puede encontrar, la tentativa siempre
frustrada para expresar eso a lo que, por medio de palabra, llamamos
pensamiento"
Esta frase la dijo uno de los hombres que consagro su vida al arte de la palabra escrita; un hombre que alcanzó la excelencia en la novela. Ese hombre era José Saramago.
José de Sousa Saramago el 16 de Noviembre de 1922 en Azinhaga, Portugal. En realidad su apellido no debía haber sido Saramago, ya que éste era el apodo de la familia paterna era Saramago ("Jaramago" en castellano, nombre de una planta herbácea silvestre). Muchas teorías han surgido en torno al apellido Saramago: muchos dicen que fue un error del funcionario, mientras que otros, los malpensados, piensan que fue una broma del funcionario, conocido de su padre.
Lo cierto es que la familia de José era muy humilde, siendo sus progenitores una pareja campesina sin tierras y de escasos recursos económicos, algo que es evidente que influyo en la posterior actividad literaria de José, así como su ideología política cercana a los más humildes.
La familia pasó un breve tiempo en Argentina, donde su padre trabajo de policía. Tras esto, se mudaron e 1925 a Lisboa, capital de Portugal, teniendo lugar, posteriormente, el fallecimiento de su hermano que era dos años mayor que él.
En 1934, cuando contaba con 12 años, entró en una escuela industrial. Sería por aquellos años, cuando gracias a los libros de texto gratuitos, José
se encontró con los grandes clásicos de la literatura. Fruto de ese conocimiento, estableció un Amor por la escritura que no lo abandonaría jamas.
Sin embargo, sí dejó los estudios no fue por su incipiente carrera como escritor, sino, tristemente, porque sus padres no pudieron pagarle la escuela. De hecho, para ayudar económicamente a su familia, José trabajó durante dos años en una herrería mecánica.
Posteriormente, cambió de trabajo y comenzó a trabajar de administrativo en la Seguridad Social. Tras casarse en 1944 con Ilda Reis, Saramago comienza a escribir la que acabará siendo su primera novela: "Tierra de pecado", que se publicó en 1947, sin tener éxito. Ese pequeño fracaso no le detendría. Precisamente, en 1947, nació su primera hija, Violante.
Durante los años 50 y 60 y 70, trabajó tanto en publicaciones como escribiendo novelas. En 1969, se separaría de su esposa. Por otra parte, fue muy crítico con la dictadura de Salazar y llegó a afiliarse al Partido Comunista Portugués. Dadas sus ideas, fue duramente perseguido por la censura. Sin embargo, todo acabó con la revolución de los claveles, que derrocó a un régimen caduco y autoritario.
Sería después de esto cuando le llego la consagración como escritor. Su primera gran novela fue "Levantado do chão", publicada en 1980, que es un retrato sumamente claro y fresco de las condiciones de vida de los trabajadores de Lavre, en la provincia de Alentejo. Con este libro Saramago consigue encontrar su voz propia, siendo reconocido por un estilo poético, que le hace ganarse el aspecto de los lectores y la crítica. A partir, de ahí, Saramago escribira sin descanso. Todos los trabajos tenían como objeto mostrar las duras condiciones del pueblo llano.
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La obra que le consagró |
Cabe destacar en el pensamiento de Saramago que siempre fue un defensor de la unión del pueblo español y portugués, hasta el punto de profetizar que algún día, Portugal sería una más dentro de España. Esta corriente conocida como Iberismo pone como ejemplo momentos históricos de integración como lo fue Italia o Alemania.
Una novela cambiaría en parte su vida. Ésta fue "El Evangelio según Jesucristo", que fue tildado por blasfemo por parte de muchos sectores cristianos, ya que nos mostraba una visión "particular" del propio Jesús de Nazaret, así como de sus hechos. Ese año. el Gobierno porugues veta su presentación al Premio Literario Europeo de ese año, alegando que ofende a los católicos.
El caso es que como acto de protesta, Saramago (con su segunda esposa, la española Pilar del Río, que sería traductora de muchos de sus libros) se retira a Lanzarote, donde pasó el resto de su vida. No obstante, en 1998 ocurrió un hecho sin precedentes. Ese año se convertía en el primer escritor de habla portuguesa en conseguir el Premio Nobel de Literatura por "volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía".
Saramago seguiría escribiendo hasta el último de sus años, siempre contemplando la belleza de las vistas, que le proporcionaba la isla de Lanzarote; viendo el inmenso mar que ante el se abría. José Saramago falleció el 18 de Junio de 2010. En la actualidad, es uno de los autores en lengua lusa más leídos del mundo; el hombre que consagró su vida a la palabra escrita es inmortal en la letra de sus libros.