José Guardiola ya era muy conocido cuando cantó esta canción. Canción del recuerdo de aquel Amor que se ha ido y que parece que nunca volverá. ¿Qué fue de nuestro Amor?
Verde campiña... dormida al sol... una canción bellísima, a pesar de la tristeza de aquel Amor perdido, siempre recordada en la voz de Guardiola... Verde campiña... dormida al sol...
Don Miguel era en cierto sentido algo más que un mero novelista o profesor. Era un existencialista, siempre en constante búsqueda de la verdad, algo que le dio algún que otro amigo, pero también le granjeó muchos enemigos.
Ahora mismo recuerdo un poema de Machado que resume a la perfección lo que fue (y es) don Miguel de Unamuno. Unos versos que dicen así:
Este donquijotesco
don Miguel de Unamuno, fuerte vasco,
lleva el arnés grotesco
y el irrisorio casco
del buen manchego. Don Miguel camina,
jinete de quimérica montura,
metiendo espuela de oro a su locura,
sin miedo de la lengua que malsina
Efectivamente pocos hombres han habido, españoles de pura cepa, despreciador de aquellos que con terribles mentiras falsean la verdad. Pocos hombres han habido en este país como don Miguel de Unamuno. Y algunas de sus frases lo demuestran.
"Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado"
"Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad"
"Un pedante es un estúpido adulterado por el estudio"
"La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual"
"El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él"
"A veces, el silencio es la peor mentira"
"El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia"
"La razón es la muerte del fascismo"
"Es muy triste no sentirse amado, pero es mucho más triste no ser capaz de amar"
Un caso curioso tendría lugar en una época difícil como la de aquellos años 30. En un mundo dividido en el que el nazismo había llegado al poder, mientras los soviéticos se repartían el este, algo estaba a punto de sovacar los cimientos de la Corona británica. El hijo de Jorge V y heredero al Trono (Príncipe de Gales por lo tanto) pretendía casarse con Wallis Simpson, una mujer divorciada hasta dos veces.
Los que no somos ingleses, somos incapaces de comprenderlo, pero lo cierto es que la posibilidad de que el futuro Rey de Inglaterra, una de las Monarquías más antiguas y honorables del mundo, se casase con una mujer de "baja moral", que ya había yacido con dos hombres, era algo terrible. Los primeros ministros del Reino Unido, así como la clase política y social de la época, se opusieron al
matrimonio, argumentando que el pueblo nunca aceptaría a Wallis como Reina.
Wallis Simpson
Por eso se buscó por todos los medios la abdicación de un Rey, que, tras la muerte de su padre, aún no había sido coronado como tal. A nadie se le escapaba que Eduardo no caia bien a varios sectores que veían en el posible Monarca a un hombre con simpatías hacía los nazis, algo que al parecer hizo notar durante la que sería la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente consiguieron su abdicación, siendo coronado el siguiente en la línea de sucesión su hermano y padre de la actual Reina, Jorge VI. Después de su abdicación fue nombrado Duque de Windsor y, en 1937, recorrió la Alemania nazi. Tras las acusasiones de simpatías pronazis, fue enviado a las Bahamas como Gobernador, pasando el resto de su vida en el retiro, falleciendo en 1972. Wallis, con la que estuvo casado hasta su muerte, falleció en 1986. Aunque nunca fue coronado, Eduardo VIII es considerado Rey del Reino Unido y con un periodo de 325 días, es uno de los Monarcas de más
corta duración en el trono en la historia inglesa.
Estos días he hablado con diferentes personas sobre el problema catalán. La gran mayoría está cansado y una parte estaría incluso dispuesta a darles la independencia a ver si se callan y de paso a ver si se estrellan como una república bananera. Lo cierto es que comparto que el nacionalismo catalán es muy pesado (¿Acaso no hay otros problemas en Cataluña?), pero la independencia es algo ni siquiera debatible no sólo por Ley, sino porque muchos queremos y amamos Cataluña muchisimo más de todos aquellos que van de ultranacionalistas catalanes por la vida, pero que sólo quieren medrar políticamente o en algunos casos escapar de la justicia.
De todas formas ¿Qué ocurre si hacen un referéndum o proclaman la República catalana? ¿Creen ustedes que eso tiene recorrido? Claro que no. Nadie reconocerá a Cataluña como una entidad independiente de España (A lo mejor lo hacen Venezuela o Corea del Norte ¡Nunca se sabe!) y estoy seguro que todos los cuerpos policiales, incluidos los Mossos, cumpliran y harán cumplir la Ley. Saben que es una batalla perdida y que una pretendida nación basada en el odio fascistoide de unos pocos hacía el resto de España no va a salir adelante.
A todas estas el Gobierno de España tendrá que hacer frente a un intento del golpe de Estado, que se gesto desde que empezaron a salir casos de corrupción de miembros de la antigua Convergencia (Cosa curiosa) hasta el punto de dividir al pueblo catalán por la mitad. Los golpes de Estado se combaten haciendo cumplir la Constitución votada por TODOS los españoles. Por eso si para parar un acto ilegal se tiene que cumplir algún artículo concreto, se hace y no pasa nada. Sí está en la Constitución... será por algo.
"Siempre he odiado a ese maldito James Bond. Me gustaría matarlo"
Sean Connery
Creo que ni Ian Fleming pensaba que su personaje alcanzaría la inmortalidad más allá de sus libros hasta el punto de ser más recordado por su serie de películas (La más larga, comenzando en el año 1962) que lo convirtieron en todo un mito del séptimo arte. Clarisimamente me refiero a Bond. James Bond.
Con licencia para matar, ese martini con hielo, mezclado, no agitado, ese aire de galán que hace que toda mujer se enamore de él y siempre combatiendo los criminales más variopintos (desde el comunismo en adelante), bien solos o conjuntados en la organización terrorista SPECTRA (SPECTRE, Servicio Para la Evasión, Contraespionaje, Terrorismo, Revancha y Extorsión), El inmortal 007 aún pervive y parece que el tiempo no hace mella en él.
Las películas oficiales son las creadas por la compañía inglesa Eon Productions, aunque a nivel no-oficial existe un capítulo de televisión llamado Casino Royale, que es la primera aparición de 007 (aunque se llama Jimmy y es estadounidense) protagonzado por Barry Nelson, sin contar la parodia del mismo nombre con varías estrellas conocidas (el protagonista es David Niven, que interpreta a un Bond retirado y tartamudo) y "Nunca Digas Nunca Jamas" con Sean Connery.
Precisamente, en 1962 un desconocido Connery saltaría a la fama como Bond con su "Agente 007 contra el Doctor No" en una obra que incluso fue tachada de violenta por el Vaticano. Lo cierto es que a partir de ese momento, Bond se ganó un lugar en el corazón de muchos cinéfilos y es que muchos hubieran querido ser 007 para combatir el mal, con ese aire sofisticado y encima llevarse a la chica guapa. Precisamente las primeras de las que se denominaron chicas Bond sería Ursula Andrews (¿Cómo olvidar la forma en la que la mira Connery en la playa?). Después vendrían muchas (interpretadas por Daniela Bianchi, Carole Bouquet, Barbara Bach, Denise Richards, Teri Hatcher, Eva Green, Halle Berry, ...), algunas de las cuales intentaron liquidar a Bond e incluso más de una vez estuvieron a punto de conseguirlo.
En cuando a los actores que más han interpretado a 007 tenemos al mencionado Connery y a Roger Moore (cuya serie de películas destacaron por un gran sentido del humor) con 6 y 7 respectivamente. Los siguientes son Pierce Brosnan (que revitalizó la serie después de 6 años sin una película) con 4, Daniel Craig con 4, Timothy Dalton con 2 y George Lanzeby con una.
Intro
Y ahí sigue... películas y películas sobre el Agente 007, algunas buenas, otras no tan buenas. Pero siempre con fenomenales escenas de acción, chicas guapísimas, aventuras trepidantes, espionaje y contraespionaje y sobre todo mucho Bond... James Bond.
A continuación, he realizado una lista de las que, en mi opinión, son las mejores películas del Agente 007 con el año de producción entre paréntesis.
Tras la muerte de su padre, el gran don Pelayo, Favila (o Fáfila) sería el segundo Rey de Asturias, un hombre que aparentemente no hizo nada contra los árabes, lo que refleja que no lo importuraran en una época donde el Islam quería expandirse en Francia. Sin embargo, sería conocido por su supuesta muerte a manos de un oso.
Se cuenta que Favila era un amante de la caza, lo cual puede hacer verosimil la idea de que un oso pudiera acabar con su vida, aunque hay otras teorías. Se especula con que no fuera tanto una caza, sino una lucha con un oso como una especie de rito de
virilidad, una prueba de valor normalmente exigidas a la nobleza
de la época.
La idea más llamativa es que lo del oso fuese una invención de un grupo de nobles que quisiera acabar con el Rey, por lo que en ese caso estaremos ante un asesinato político, algo que resulta plausible, teniendo en cuenta la gran cantidad de asesinatos de monarcas que hubo (en la época de los Visigodos se convirtió casí en costumbre) y después, tanto en filas cristianas como musulmanas.
Según el cronista Ambrosio de Morales, Favila recibió sepultura en la Iglesia de la Santa Cruz de Cangas de Onís que el propio Monarca había ordenado erigir, siendo tras su fallecimiento (por oso, accidental o premeditado) sucedido por su cuñado (estaba casado con su hermana Ermesinda) Alfonso I, que pasaría a la historía con el apodo de "El Católico".
Me parece repulsivo (y creo que me quedo corto) el blanqueamiento que desde algunos medios de comunicación (lo de "de comunicación" es un decir) se ha pretendido hacer de los terroristas en Cataluña. Ya se que aquí se han recibido con vítores a los etarras a su salida de la cárcel.
"Nos faltan ocho niños en el pueblo" títula "Público" uno de sus artículos en clara referencia a esos miserables asesinos, algunos muertos, otros detenidos. A mí particularmente me sobran terroristas y seudoperiodistas y políticos (ojo: de extrema izquierda) que los justifiquen o se compadezcan de ellos y me faltan todos aquellos que iban a dar un paseo aquella tarde en las ramblas de Barcelona y encontraron la muerte, encontrándose entre ellos hasta un niño de tres años.
Hay que ser miserable para hacer un retrato "personal y humano" de unos asesinos que eran tan normales que desde hace un año estaban preparando una masacre aún mayor, pero encontraron su castigo en aquella explosión que los Mossos tacharon de "accidente doméstico". "Nadie vio nada, eran buenos chicos". Mientras los familiares lloran el asesinato de sus familias, algunos se compadecen o justifican a sus verdugos.
PD: Por cierto, a algunos vecinos de Ripoll: nadie se convierte en asesino de la noche a la mañana y dejen de tratarnos de vendernos la burra de que no sabían nada de su radicalización.
Si vamos al simple dato estamos ante una mujer que consiguió por primera vez el Oscar a la Mejor Actriz, pero más allá de todo eso (aunque sin duda importante) estamos ante una prodigiosa interprete que enamoraba a la cámara ya desde la etapa muda del cine hasta pasar al sonoro.
Personajes de chica ingenua y dulce, la joven Janet alcanzó la gloria en los años 20 con intervenciones en películas de Hal Roach para acabar enamorando a todos en tres producciones diferentes que la acabarían por llevar a ganar el Oscar.
Éstas serían "El Séptimo Cielo" de Frank Borzage, historia sobre la redención, el Amor y la felicidad perdida por el estallido de la guerra, "Amanecer: Una Canción de Dos Seres Humanos" de F. W. Murnau, un canto (valga la redundancia) al renacimiento del Amor perdido con toques trágicos y también cómicos, y "El Ángel de la Calle" también de Borzage, un drama de tintes tanto románticos como trágicos.
Una mujer... de Oscar
Gaynor, la chica frágil e ingenua (al menos así eran sus personajes) ganó el Oscar en un momento en el que el cine sonoro "amenazaba" al cine mudo. "El Cantor de Jazz" lo cambió todo y muchos tuvieron que adaptarse y entre entre ellas una gran Gaynor que llegó a ser nominada para el Oscar a la Mejor Actriz de 1937 por "Ha Nacido una Estrella".
Paulatinamente iría dejando el cine para ir al teatro o a la naciente televisión, lo que hizo que la gran mayoría del público la fuera olvidando hasta su muerte en 1984. Recientemente he vuelto a ver el "Amanecer" de Murnau y no puedo dejar de pensar que gran actriz era Janet Gaynor.
Si los políticos y autoridades de los años 20 y 30 del Siglo XX no sabían qué iba a ser Hitler y el régimen de terror que iba a implantar en Alemania y el deseo de una guerra abierta contra otras Naciones, hay dos opciones: no saben leer o son tontos. Y es que ese psicópata ya había no sólo hablado de sus pretensiones asesinas e imperialistas, sino que había escrito sobre ello.
Efectivamente. En la prisión de Lansberg, durante el año de 1924, tras haber sido condenado a cinco años por el fallido golpe de Múnich, comenzó a escribir un libro en el que dejaría clara sus tesis no sólo ideológicas, sino sus pretensiones de gobernar Alemania, así como de establecer un Reich que durara 1000 años. Tras recibir visitas de amigos todos los días, recibiendo además un trato preferencial, se ponía manos a la obra. En el texto deja claro su odio a los judíos, a los que acusa de todos los males de Alemania, utilizando los falsos protocolos de los Sabios de Sión. Su profundo racismo de carácter patológico hacía los judíos a los que considera una raza inferior es digno de mención dado lo que pasaría después.
Por supuesto, su desprecio hacía el comunismo (el otro mal del mundo junto al judaísmo) es evidente hasta el punto que explica el motivo por el que decide invadir la URSS. Sus ideas expansionistas se basan en un profundo desprecio hacía los demás seres, exaltando al pueblo alemán como superiores frente a los demás (los arios). Para llegar a todo eso (fruto de sus desvarios), utilizó para el inicio de su obra un tono autobiográfico desde su niñez hasta la Gran Guerra, que para él la perdieron debido a los judíos, los cuales habían destrozado al país, ya que se habían "metido" dentro de la industría y la política alemana.
Hitler se presenta como el Übermensch, el Superhombre del "Así hablo Zaratustra" de Nietzche en el que una persona es capaz de generar su propio sistema de valores, identificando como bueno todo lo que venga de él, de su voluntad de poder.
"Mein Kampf" ("Mi Lucha" en alemán) fue un superventas en su época y era obligado que todo ario fuese instruido en la escuela, siguiendo los postulados de dicho libro en la propia escuela. Gran parte del "lavado cerebral" al que se sometió al pueblo alemán se le debe a este infame escrito (era norma habitual regalar a una pareja de recién casados un ejemplar del mismo). Actualmente la sola impresión de este libro es considerada un delito, que conlleva penas de cárcel.
Esto evidentemente no va dirigido a ustedes, sino lo fue hacía mí cuando en cierta red social expresé mi opinión contraria a dejar a Juana Rivas en Libertad porque determinado juez prefiere ceder a la presión mediática en lugar de hacer cumplir una resolución judicial que obligaba a su detención, así como a la restitución de los niños. Se ve que eso de la Libertad de expresión no va con algunos si no piensas como ellos.
Lo cierto es que me "encantó" esa salida de los juzgados estilo Isabel Pantoja tras salir de un concierto en olor de multitudes que hasta ahora siguen despreciando a la justicia, pareciendo haber encontrado un juez de guardia que ha cedido al chantaje de una prófuga durante casi un mes y a la que la policía no se atrevió a detenerla por miedo. A todo esto, ni siquiera sabemos dónde están los niños. Flaco favor se le hace a la justicia si los jueces o los dirigentes políticos de turno no cumplen ni hacen cumplir la Ley. Con esto pueden generar más casos de rebeldía o huida de la justicia para no cumplir un mandato judicial.
PD: en cuanto al "callate", no contesté. Primero por aquello de "a palabras necias, oídos sordos. Y segundo porque no suelo contestar a trolls, la gran mayoría sin foto de su cara, y que se dedican a insultar y coartar la Libertad de Expresión de quienes no pensamos como ellos.
Las películas de Frank Capra no dejaban indiferente a nadie, pero "Horizontes Perdidos" se lleva la palma. Basada en la novela homónima de de James Hilton (Autor de Adios, Mister Chips, llevada magistralmente al cine por Sam Wood), tanto la novela como en la película que se basa la misma están inspiradas en la "Utopía" de Tomas Moro o, lo que es lo mismo, la búsqueda de la espiritualidad. Parte del metraje se perdió en su momento, aunque afortunadamente ha conseguido ser restaurada.
Nos encontramos en 1935, durante la revuelta contra el Raj Británico en Baskul. El escritor, soldado y diplomático Hugh Conway (Ronald Colman) tiene la misión de evacuar a diferentes personas antes de convertirse en Secretario de Asuntos Exteriores. Los pasajeros son el joven hermano de Conway, George (John Howard), el paleontólogo Alexander Lovett (Edward Everett Horton), el estafador Henry Barnard (Thomas Mitchell), y la enferma terminal Gloria Stone (Isabel Jewell) Todo parece ir en orden. Parece, claro.
Hacía lo desconocido
Sin conocimiento de los pasajeros, el piloto ha sido sustituido por otro y el avión es secuestrado, aunque la falta de combustible hace que se estrelle en la nieve. Enseguida les sale al encuentro una comitiva procedente de un monasterio, presidido por un hombre de mirada calmada llamado Chang (H. B. Warner). Dado que el avión parece haber quedado inutilizado, los viajeros siguen al desconocido hasta un hermoso lugar, el valle de Shangri-La dirigido por el misterioso Gran Lama.
Shangri-La
Shangri-La es un gran monasterio que dispone de muchas comodidades, pero lo importante es que sus habitantes parecen vivir en una eterna felicidad. Sus habitantes acogen a los visitantes con gran amabilidad. Conway, conocedor de la lengua china,
entabla varías conversaciones con Chang, visitando habitualmente la
biblioteca.
Por su parte los otros visitantes se dedican a diferentes cosas: Gloria se está recuperando milagrosamente de su enfermedad y parece cambiar su actitud arrogante a una más plácida y alegre,
Barnard y Lovett, parecen haber dirimido sus diferencias y a vivir felices siendo acogidos por los habitantes del valle, mientras George desconfía de las intenciones de los lamas (especialmente de Chang), conociendo por su parte a una joven llamada María (Margo), la cual le dice que es una rehén de los lamas, de la que se enamora y dice querer irse de allí. Paralelamente, Conway conoce a una joven maestra llamada Sondra (Jane Wyatt).
Transcurrido un tiempo de completa placidez, el Gran Lama del
monasterio (Sam Jaffe) hace llamar a Conway (todo un privilegio), contándole la historia del
monasterio. Todo comenzó con la llegada de un misionero capuchino belga enviado por Roma en el Siglo XVII, el Padre Perrault, siguiendo con la llegada de exploradores alemanes y acabando por la fundación del monasterio y de las leyes que rigen el
valle. Shangri-La está basada en la moderación, el respeto y la profundidad espiritual, que les hace alcanzar la felicidad propiciada desde la combinación con la tradición propia de los lamas y el humanismo cristiano.
Con el Gran Lama
Conway comprende que aquel que le habla, el Gran Lama es el mismísimo Padre
Perrault, increíblemente vivo y preservado de los estragos de la edad gracias al sentido espiritual que le ha llevado a la felicidad. Ningún extranjero ha conseguido salir del valle sin encontrar la muerte.
Perrault construyó el santuario como un recinto de Paz en el que prima la frase "Donde gobiernan los mejores, no los más fuertes", con el objetivo necesario de que se mantenga la cultura y espiritualidad del mundo, algo que debe traspasar fronteras en una época donde parecía (y parece) que la terrible guerra iba a acabar con el ser humano, así como con todo lo bueno que hubiese o pudiese haber en la Tierra. El objetivo va más allá del valle. Perrault quiere un mundo en el que la maldad sea abandonada y nos amemos todos tal y como Jesucristo hubiera querido.
Conway no dice nada a sus compañeros sobre dichas revelaciones y se inicia en el proceso
de convertirse en lama mediante el estudio, la música y la meditación,
ayudado por diferentes conversaciones con Perrault, el cual quiere que Cowway se convierta en su sucesor dado que está próxima su muerte y, de hecho, el viejo Gran Lama había arreglado su secuestro para que el diplomático recalara en el valle, dada su mente brillante, y que le pudiera sustituir como Gran Lama cuando falleciera (Por lo tanto no es una casualidad que llegaran a la zona).
Todo parece cambiar cuando su hermano ha decidido, de acuerdo con María, escapar del
valle aprovechando la llegada de una partida de suministros. Los demás, dada la gran felicidad y Paz que han alcanzado en el valle, deciden quedarse. A pesar de los ruegos de Sondra por que se quede, Conway acompaña a su hermano y la desconocida, pero una vez salen del valle, María se muestra como lo que es, una mujer de más de 100 años, muriendo en el acto en medio de una nevada. George no puede soportarlo y acaba suicidándose.
Al final, el diplomático es encontrado a la deriva después de muchos meses en los cuales se le había buscado por todos lados. Ha vuelto a una sociedad caótica, sin sentido y muy individualista, algo que no soporta. Parece desvaríar y habla sobre una zona donde todos viven en Paz y nadie muere, ya que viven en un estado de felicidad perpetua. Lo cierto es que poco tiempo después, Conway huye saber su destino. Muchos sugieren que ha ido ha eso valle donde la convivencia en Paz. Conway había partido a buscar su Shangri-La.
Maravillosa metáfora espiritual en el que se pone de relieve la búsqueda de lo espiritual, desechando lo material del día a día, siempre con ese toque cristiano que tanto caracterizó el cine de Capra, aunque en este caso asociado a la felicidad y a la grandeza interior proveniente del budismo. En el fondo de nuestro corazón todos y cada uno de nosotros somos como aquel diplomático perdido en el horror y una sociedad sin sentido. Todos buscamos aquella maravillosa utopía. Todos buscamos nuestro Shangri-La.