Esta película nació de un proyecto alternativo. La idea de Erich von Stroheim, su director, era hacer una obra que reflejara la codicia en su más crudo acento. Sin embargo, todo se complicó por la duración del rodaje, así como la de la película misma, que sufrió recortes por parte de un productor con el que ya había tenido problemas (Irving Thalberg), algo que von Stroheim rechazó siempre. La película ya de por si larga, sufrió serios recortes y algunas partes del metraje actual se han perdido. Sin embargo, no sólo no ha perdido su vigencia, sino que demuestra hasta lo que pueden llegar algunas personas por el vil metal.
El joven John McTeague (Giwson Gowland) trabaja como minero en la mina de oro Big Dipper, en Placer County, California. Entonces, un dentista ambulante, el Doctor. Potter llega a la región. La madre de McTeague, que quiere hacer a su hijo un hombre de provecho a diferencia de su padre que es un personaje que se gasta el dinero en bebida y prostitutas, consigue que el mencionado Potter acoga a su hijo como aprendiz y lo saque de la dura vida de la mina. El padre de John acaba muriendo alcoholizado.
Gracias a lo aprendido y a los 250 dolares que su madre le dejó como herencia al morir, McTeague se independiza y abre su propia consulta en el barrio residencial de Polk Street en San Francisco. Allí traba amistad con Marcus Schouler (Jean Hersholt), que trabaja como ayudante en la clínica canina del señor Grannis, convirtiéndose casi en un hermano.
En la zona, hay una joven de origen mejicano, María Macapa (Dale Fuller), que es la encargada de limpiar las habitaciones de los huéspedes, entre los que se encuentran la de McTeague, la del señor Grannis (Frank Hayes), y la de la vecina de ella misma, la señorita Baker (Fanny Midgley), una modista jubilada, que acabará casandose con el mencionado señor Grannis. También, en el barrio, tiene su almacén, Zerkow (Cesare Gravina), el chatarrero, al que María le vende la basura que recoge de los inquilinos, entre ella la de algún empaste de oro de McTeague.
Un día, Marcus lleva a la consulta de McTeague a su prima Trina (ZaSu Pitts), y entonces, el dentista siente por vez primera la necesidad de satisfacer a una mujer, debiendo verla en su consulta cada dos días durante semanas y en una de esas visitas, no pudiendo reprimirse cuando la ve dormida debido al éter, la besa.
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McTeague se enamora de Trina |
Sin embargo, tras acabar su trabajo, no vuelve a verla, mostrándose taciturno. Marcus, viendo la tristeza de su amigo, le pregunta qué le ocurre, confesándole su amor por Trina, ante lo que Marcus, enamorado también de ella, renuncia a su amor en favor de su amigo. Fruto de esto, le presentará al resto de la familia de Trina, los Sieppe, incorporándose a sus excursiones dominicales, hasta proponerle matrimonio a la joven, aunque Trina en principio no parece tan decidida a casarse con el enamorado dentista.
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Trina y McTeague |
Un día, cuando regresan de un espectáculo al que McTeague invitó a Trina junto con su madre y su hermano pequeño, reciben la noticia de que resultó premiado el décimo de lotería que Trina compró el día en que conoció a McTeague, tocándole una gran cantidad: 5.000 dólares. Trina decide invertir sus 5.000 dólares en el negocio de su tío, a cambio de un interés del 6%, pagándole 25 dólares al mes.
El premio hace que Marcus se arrepiente de haber renunciado al amor de Trina en favor de McTeague. La envidia y la avaricia se hace presente en la persona de Marcus que comienza a reclamarle al dentista todo el dinero que según él le debe su amigo, aparte de acusarle de quitarle su novia y su dinero, por lo que acaban peleándose. Con esto rompen su relación de amistad.
Finalmente McTeague y Trina se casan, celebrandolo por todo lo alto. Inmediatamente, el dinero pasa a convertirse en una obsesión para Trina, que literalmente se niega a gastar nada de lo que le tocó como si el dinero fuese lo más importante del mundo. McTeague no parece preocupado debido a que le va bien el negocio.
También el chatarrero Zerkow le propone matrimonio a María, lo que ella acepta, teniendo más adelante un niño tan débil que tristemente fallece a los 15 días. El avaricioso Zerkow, que se casó con ella únicamente obsesionado con acceder a la cubertería y la vajilla de oro de la familia de María, la presiona para que le confiese dónde se encuentra, acabando finalmente con su vida, apareciendo muerto el propio Zerkow flotando en la bahía con un saco entre sus manos lleno de platos oxidados de hojalata y cubiertos de hierro. La avaricia sigue haciendo su trabajo.
Marcus acude a ver a McTeague y Trina, a pesar de sus desavenencias para despedirse pues se va a trabajar a un rancho cuidando ganado con un inglés afirmando que no regresará. Curiosamente, los pocos días, McTeague recibe una carta de la Junta de Inspección de Odontología en la que dicen que debe cerrar su consulta por ejercer sin licencia, ni título, debiendo vender todos sus bienes para obtener liquidez. McTeague ata cabos y comprende que es el propio Marcus quien lo ha denunciado.
Sin trabajo, McTeague se ve obligado a buscar trabajos temporales mal pagados. Aún así, a pesar de la situación de su marido, Trina se niega a tocar el dinero de la lotería e incluso sus propios ahorros e insta a su marido a buscar trabajo, no dándole dinero ni siquiera para el transporte.
Cuando McTeague regresa, empapado por la lluvia, se encuentra con unos amigos que le invitan a beber, acabando borracho, por lo que se enfrenta a Trina, debido a su tacañeria. Trina esta más preocupada por saber de dónde consiguió el dinero para la bebida, antes que de la violencia de su marido producto de la bebida. Precisamente, McTeague, a partir de ese momento, será más visto en los bares que buscando trabajo.
Un día él sale a pescar y no regresa, por lo que ella sale a buscarle, encontrándose con que encontró los 450 dolares que tenía ahorrados. Ella enferma y deben amputarle varios dedos. Sin embargo, trabaja como limpiadora de una guardería, y aunque recupera sus 5.000 dólares seguirá sin tocarlos. Mientras, McTeague regresa a casa tras haber dilapidado el dinero, hambriento y sin tener donde dormir. Su esposa llega a afirmar que prefiere verlo muerto de hambre antes de que toque su dinero.
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La avariciosa Trina |
Tras salvar la vida a un vendedor de pianos, este le concede trabajo en su tienda, pudiendo usar su gran fuerza para algo útil. Allí encuentra su viejo acordeón y se siente indignado y muy enfadado por el hecho de que la tacaña Trina lo vendiera. Fuera de sí, McTeague va a la guardería y acaba con ella, llevándose su dinero.
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El enfurecido McTeague |
Tras ello, regresa a Placer County y, como en sus años de juventud, vuelve a trabajar en la mina, aunque acaba yéndose, sabiendo que la policía le pisa los talones por el asesinato de su mujer. En Keeler conoce a Cribbens, otro minero interesado en hacer prospecciones, al que se unirá, yendo juntos hasta el Valle de la Muerte, encontrando cuarzo, lo que les convertiría en millonarios.
La noticia de la muerte de Trina le llega a Marcus, que se une a la policía, pensando en recuperar el dinero de la asesinada, creyendo que éste le pertenece. McTeague, que presiente el peligro, huye internándose en el desierto, ante lo que el alguacil decide no seguir adelante, ya que sí va a él, acabaran muriendo. Marcus, al que la locura de la avaricia le picó hace mucho tiempo y que vive obsesionado con su dinero, continúa para dar caza a su antiguo amigo.
Marcus se queda sin caballo, pero sigue las huellas de McTeague al que da alcance y le detiene, aunque el caballo de McTeague, donde están el agua y el dinero se escapa, por lo que Marcus le dispara, acabando con el caballo y también con la cantimplora.
Los dos hombres se pelean, consiguiendo McTeague matar a Marcus, aunque, tras esto, acaba por darse cuenta de que se encuentra esposado a él, por lo que está condenado a morir junto a su enemigo muerto y sin poder llegar al dinero, el vil metal; el origen de todos sus males.
Sí hay algo bueno en esta obra maravillosa es que no estamos hablando de personajes ricos, sino en hombres y mujeres comunes, que podían ser cualquiera de nosotros, a los que su codicia acaba por llevarles a la perdición más horrenda. Al final, el culto al dinero; el endiosamiento del vil metal lleva a todos sus personajes literalmente a la muerte. A destacar las manos esqueléticas que aparecen en determinados momentos de la película, acariciando las monedas, representando la codicia; el amor al dinero. Esta obra nos deja una cosa bien clara: el culto al dinero es lo que lleva a la caída del ser humano.
Ficha
Dirección
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Erich von Stroheim
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Producción
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Erich von Stroheim
Irving Thalberg
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Guión
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Erich von Stroheim
June Mathis
Obra: Frank Norris
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Música
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William Axt
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Otros datos
País
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Estados Unidos
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Año
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1924
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Género
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Drama
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Duración
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239’
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Protagonistas
Actor
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Personaje
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Gibson Gowland
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John McTeague
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ZaSu Pitts
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Trina Sieppe
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Jean Hersholt
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Marcus Schouler
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Dale Fuller
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María
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Cesare Gravina
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Zerkow
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Frank Hayes
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Charles W. Grannis
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Fanny Midgley
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Anastasia Baker
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