Es lamentable. Extraordinariamente lamentable que unos individuos, unos separatistas que no dudan en utilizar el acoso y la violencia para conseguir sus fines, hayan puesto en una situación tan traumática a Cataluña (a la que desprecian) y por ende a España. Desde 1981 no habíamos vivido un desafío tan grande y es por eso que se ha de actuar con prudencia, pero con valentía, sabiéndose que tenemos la razón no por algo divino que nos viene dado, sino por la Constitución, una ley que nos ha dado los mejores y mayores años de Paz de nuestra historia.
Porque no hemos de olvidarnos: a lo largo de nuestra historia han habido pronunciamientos, golpes de Estado, guerras de sucesiones, guerras de la independencia, guerras carlistas, guerras civiles, dictaduras, ... en definitiva la desunión ha sido lo que ha predominado en España a lo largo de los siglos. Sin embargo, esta Constitución es atacada no sólo desde el separatismo catalán, sino desde dentro, desde los populismos de izquierda que se alían con aquellos que pretenden destruirla.
Dado los años pésimos que hemos vivido durante nuestra historia, es obligación poner en valor que la Constitución nos ha dado los mejores años de nuestra vida, viviendo en una Democracia (imperfecta, es verdad, pero Democracia) y en Paz. Muchos de mi generación (años 80 en adelante), lamentablemente, no saben nada (o saben muy poco); viven en una burbuja, aquella que les ha dado todo, e ignoran que estamos ante la mejor época de nuestra historia y que el país va más allá de Monarquías o Repúblicas, de quien gobierne o deje de gobernar... por encima de todo está España.
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