En el año 1949, Ladislao Kubala abandonó Hungría, su país natal. Había destacado en el Ferencvaros y el Vasas de Budapest, pero debido a la guerra, decidió poner rumbo a Checoslovaquia, país natal de sus padres. Tras esa experiencia volvió a Hungría, aunque por poco tiempo.
"Lazly" quería dejar atrás el talón de acero y lo consiguió con la tapadera del Hungaria, un equipo formado en su mayoría por exiliados soviéticos. Su visita a España fue muy comentada por el juego desplegado por Kubala, que enseguida recibió una oferta del Real Madrid, aunque, para aceptarla, exigió que su cuñado Ferdinand Daucik fuera el entrenador, algo que no quiso el club blanco, pero sí el Barcelona, que tras mucho papeleo y gestiones (recordemos que había huido del comunismo), se hizo con sus servicios. Sin embargo, a Kubala le quedaba una pena: no haberse despedido de su madre a la que nunca le dijo dónde iba.
Equipo del Hungaría |
Kubala, uno de los futbolistas más destacados en la Liga Española, formaba parte del Barcelona, siendo su máxima figura, ganando titulos y marcando goles, pero la pena seguía estando ahí: seguía sin ver a su madre. Mientras, el caso de Kubala era tratado como un asunto político (que en definitiva lo era) como un hombre que había escapado de las garras del comunismo (la película "Los Ases buscan la Paz" versa sobre ese asunto). El que no lo hubiera podido fichar por el Real Madrid, no quiere decir que Bernabéu (hombre a veces tachado de rudo pero que en realidad era afable y tenía un corazón inmenso), le guardara rencor. Es de notar que sentía aprecio por "Lazly" y el hecho de que tuvieran amigos comunes como Pepe Samitier hizo que tuvieran cierto contacto. Por supuesto, el Presidente blanco era consiente de la situación entre Kubala y su madre.
En Septiembre de 1961, el Real Madrid disputaba la primera fase de la Copa de Europa. El equipo blanco se impusó 0-2, con tantos de Tejada por partida doble en el encuentro de ida disputado en Hungria. Para festejarlo el Real Madrid organizó una fiesta.
En la misma, don Santiago tomó la palabra para decir:
"Voy a pedir un favor a los aquí presentes. No es para mí, ni para mi equipo, sino para la máxima figura de nuestro equipo rival, el Barcelona. Kubala lleva catorce años sin ver a su madre..."
Con la mediación del Presidente del Real Madrid y del Ministro de Asuntos Exteriores, Kubala se dirigió a Viena donde aterrizaría su madre unas horas después. Allí pudo verla por fin. Tras las lógicas muestras de afecto entre madre e hijo, pusieron rumbo a Barcelona. Este episodio no muy conocido, demuestra la calidez humana de don Santiago.
Cabe decir que aunque en los ambientes azulgranas en los que logicamente se movía Kubala podría estar mal visto, "Lazly" no sólo mostró siempre su agradecimiento al Presidente del Real Madrid, sino que llegaba a decir que don Santiago le había proporciando la mayor alegría de su vida, que había sido ver y besar a su madre después de mucho tiempo.
PD: Paradojicamente, en los 60, el sobrino de Kubala, Yanko (hijo de Ferdinand Daucik) jugó en el Real Madrid.
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