jueves, 27 de febrero de 2020

El destino trágico de Frank y Cora. Un pacto de sangre con doble indemnización

No sabríamos qué hubiese pasado si James M. Cain hubiera cumplido su sueño de ser cantante de ópera como su madre, pero lo cierto es que no le fue precisamente mal como novelista. Y es que James M. Cain alcanzó la fama con la novela negra muy popular en los años de la Gran Depresión.


Sus obras más conocidas son "El Cartero siempre llama Dos Veces" y "Pacto de Sangre".
El Cartero siempre llama Dos Veces (1934)
El propio autor cuenta en el prologo de "Pacto de Sangre" que tuvo una conversación con el guionista Vincent Lawrence en la que éste le decía que se sentía ansioso cada vez que esperaba una respuesta sobre un manuscrito, sabiendo que el cartero siempre llamaba dos veces, tomando dicha frase como referencia de su libro.


Frank Chambers, un trotamundo sin oficio ni beneficio se acaba quedando en un restaurante de carretera (tan propio de los Estados Unidos) regentado por un inmigrante griego llamado Nick. La cosa podría parecer normal, pero la cuestión es que Frank no se queda por un prometedor futuro en tal sitio (que no pasaba de ser un restaurante cochambroso), sino porque se enamora perdidamente de la joven esposa de su jefe, Cora, la cual no sólo vive en un matrimonio que la encadena, sino que siente deseos por el propio Frank. La ambición, el odio y la pasión no sólo les hará estar juntos, sino asesinar al marido de ella, intentando parecer que sea un accidente de coche, algo que consiguen en cierta medida e incluso acaban absueltos, pero más allá de eso el destino les juega una mala pasada. La muerte de Cora en precisamente un accidente del coche conducido por Frank hará que éste (el cual ha sobrevivido) sea condenado a muerte acusado de haber orquestado, merced a una serie de supuestos indicios, el asesinato de ella, que además estaba embarazada. 

El autor

Así, según el título, el "cartero" sería el Destino y el "mensaje" sería la muerte para Cora (en accidente) y Frank (pena de muerte) por el asesinato de Nick de cuya condena se libraron aquella primera vez y es que el destino (cartero) volvió a llamar a su puerta con fatales consecuencias.


Tuvo dos reconocidas adaptaciones cinematográficas: en 1946, contando como protagonistas con Lana Turner y John Gabrfield  y en 1981 contando con Jessica Lange y Jack Nicholson. Más o menos fieles, sorprende que ambas actrices (Lana Turner y Jessica Lange) sean rubias cuando en la novela Cora es morena y, de hecho, en un primer momento, Frank cree que ella es mejicana por el color moreno de su pelo, pero ella le dice que no sólo no es asi, sino que es de California.
Pacto de Sangre (1943)
Su título original es "Double Indemnity" ("Doble Idemnización" en ingles) y, de hecho, va sobre eso. Basado en un caso real, un gris agente de seguros y la mujer de su asegurado, los cuales se hacen amantes, se las arreglan para asesinar al marido pareciendo que sea un accidente y que ella cobre un seguro de doble idemnización por accidente que sólo valdrá si éste sufre un accidente en un sitio inusual como un tren ( como en este caso).


Walter Huff, el agente de seguros, y Phyllis, la mujer del asesinado y una mujer con oscuro pasado, se veran envueltos por propia iniciativa en un ambiente opresivo que les hara desconfiar el uno del otro, contando además con la vigilancia de Keyes, encargado de averiguar posibles estafas al seguro, Lola, la hija del asesinado, y Sachetti, novio de la hija, estudiante de medicina y también de pasado incierto. Al parecer está basada en un caso real.


Tiene una reconocida adaptación cinematográfica: es de 1944 y tanto en el mundo anglosajón como en América Latina la película conservó el nombre ("Double Indemnity" y el sugerente "Pacto de Sangre"), pero en España se titula "Perdición". Dirigida por Billy Wilder y con bastantes cambios en la trama, contaron con Fred MacMurray como el agente de seguros Walter Neff (al parecer se le cambió el apellido porque había un agente de seguros con el mismo nombre; también el apellido de la familia pasó de Nirdlinger a Dietrichson) y Barbara Stanwyck (con peluca rubia). Mención aparte merece el fenomenal Edward G. Robinson como Keyes, destacando muy especialmente Miklós Rózsa con su maravillosa banda sonora.
En resumen...
Dos novelas negras más que extraordinarias, que en su tiempo causaron gran escandalo (debido a la violencia, pasión y deseo sexual que se respiraba entre sus paginas) y que supusó que Cain fuera reconocido como uno de los grandes del género.

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