domingo, 22 de julio de 2018

El primer Rey de Israel

Antes de la Casa de David... el Rey fue Saúl y, de hecho, fue el primer Rey de Israel, que sería algo así como el paso de ser una conjunción de tribus sin mucho en común (más que un sólo Dios), peleadas las del norte con las del sur, a ser un Estado bajo el mando de un Monarca, bendecido por el mismisimo Yahvé, que se valió de Samuel, el último Juez, para ungir al que habría de ser el primer Soberano. 


Inicialmente, Saúl fue un hombre Justo y de gran valor. Hijo de Kis (o Cis) de la tribu de Benjamín, tras ser ungido por Samuel, estableció su sede en Gaba, territorio de su propia tribu. Su mayor enemigo fueron los filisteos contra los que guerreó toda su vida (incluyendo a los moabitas, amonitas y amalecitas). Sin embargo, Saúl perdió por primera vez el favor de Dios durante una campaña militar contra los mencionados filisteos. 
Mientras esperaba a Samuel para que éste ofreciera un sacrificio a Yahvé y que veía que tardaba en aparecer le ofreció el sacrifició el mismo, algo que indignó al propio Samuel. Después, en la campaña contra los amalecitas, logró una victoria tremenda, exterminando a todo hombre, mujer y niño, pero dejando vivo al Rey, algo contrario a los deseos de Yahvé. Sería Samuel el que mataría al Rey y con la mediación de Dios, el que buscaría a otro ungido, encontrandolo en un simple pastor de nombre David. 


David tuvo en un principio el favor de Saúl, tocando el arpa del que era un virtuoso (incluso casándose con una hija del Rey), pero los triunfos militares del pastor, incluyendo su victoria frente al gigante Goliath, hizo que el propio Saúl sintiera celos de él y quisiera matarle. Tanto su esposa, Mical, como su amigo Jonatán, ayudaron a que se escapara, convirtiéndose en un fugitivo. 

Mical ayuda a escapar a David

Saúl perdió el favor de su pueblo y muy especialmente de Dios. Perdida la razón, cuenta el texto sagrado que invocó mediante la adivina de Endor al fantasma de Samuel (muerto días atrás) para que le aconsejara, pero éste le profetizó una gran derrota y su propia muerte ante los filisteos... y así fue. 

El espectro de Samuel

Saúl, el primer Rey de Israel, fue derrotado por los filisteos en la batalla del monte Gilboa, suicidándose con su propia espada para evitar la deshonra de ser capturado, muriendo además tres de sus hijos por lo que la sucesión al trono quedó en disputa entre el único hijo que sobrevivió a la mencionada derrota, Isbaal y David, que tenía el favor de Yahvé. Isbaal fue traicionado por su propio ejército, que esperaban una recompensa por parte de David, pero encontraron la muerte, dado que éste no aprobó la vil traición. 


El ya efectivo Rey David iniciaría una época de esplendor para Israel y su propia Casa (la Casa de David). El Rey para buscar una ciudad "neutral" y obtener el favor de los norteños, decidió que ésta fuera Jebús, que estaba en manos de los jebuseos. Fue conquistada por sus tropas. Tras esto, la ciudad fue conocida como la Ciudad de David, aunque el nombre por el que pasaría a la eternidad fue otro: Jerusalén.

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