El equipo de los españoles (en Barcelona)

La creación del Español de Barcelona es curiosa. En 1900 se fundó la Sociedad Española de Foot-ball, ya que a diferencia de otras sociedades de la ciudad, esta entidad admitía españoles. Y es que equipos como el Catalá Foot-ball Club, el Foot-ball Club Barcelona y el Hispania Athletic Club, todos equipos barceloneses, que  usaban alusiones geográficas, a lo sumo admitían a futbolistas nacidos en cataluña, aunque en su mayoría eran extranjeros y, de hecho, un equipo como el  Barcelona había sido fundado por un Suizo (Hans Gamper).

Precisamente, desde un principio, el Barcelona y la nueva sociedad española (la cual en sus inicios su equipación era camisa amarilla y calzón y medias negras) fueron rivales acérrimos hasta el punto de competir por quién era más catalán de las dos. Históricamente se consideró como tal al Barcelona (el cual ya desde los años 20 fue utilizado por el nacionalismo catalán para sus fines políticos, aprovechandose de sus éxitos deportivos), mientras el Español, que paradojicamente tenía más catalanes en sus filas con una gran labor de cantera, fue rechazado por una parte de la burguesía catalana que lo despreciaba hasta en su nombre, diciendo que al campo españolista de Sarriá iban "cuatro gatos". 

Ángel Rodríguez, Ruiz, fundador, jugador y Presidente

El Español como entidad ya aparece en el torneo de la Coronación del año 1902 (donde no pudo hacer mucho, dado que mientras los demás tenían jugadores ingleses, ellos sólo contaban con españoles "no experimentados y con poca preparación"). El club recibió el título de Real en 1912. Ya con la vestimenta que todos conocemos, fueron campeones de Copa ante el Real Madrid, lo que le valió para ser uno de los equipos participantes de la primera edición de la Liga. Su guardamenta era el gran Ricardo Zamora.

Puede que fuera por cierto complejo frente al Barcelona (algo inaudito), pero en 1995 el club modificó u nombre añadiendo "de Barcelona" al final y pasó a llamarse Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona, algo que generó cierta crítica en muchos casos porque no hacía falta. El Español SIEMPRE ha tenido y defendido sus raíces catalanas y, por lo tanto, españolas.