He leído con asombro a raíz de la final del Mundial del fútbol, que Alemania, el siempre poderoso fútbol alemán ha vuelto por sus fueros. Y yo me pregunto ¿Alguna vez se fue?
Cierto que desde el Europeo del 96 no ganaban una competición. Sin embargo, ahí estaban. Después de la gloriosa alemania occidental que maravillo al mundo en los 70 y 80 con dos Campeonatos Mundiales y 2 Eurocopas, sin contar, claro esta, dos subcampeonatos Mundiales y uno Europeo.
Siempre me maravillo el fútbol alemán porque sin ser preciosista como el brasileño o racano como el italiano, siempre supo estar en todas las competiciones del máximo nivel para darlo. Podría decirse que es eso lo que siempre queríamos de nuestra Selección. España podía ganar a Francia, Alemania o Brasil, pero siempre en amistosos. Nunca dábamos el do de pecho en las altas citas.
Sin embargo, los alemanes no siempre obtenían grandes resultados en amistosos o en las clasificaciones (más de una repesca se comieron), sin embargo siempre estaban. La Selección alemana del 2002, subcampeona del Mundo se clasifico por repesca, mientras España goleaba a Austria 9-0. El resultado es que caímos en cuartos y los germanos no pudieron con Brasil en la final.
Lo que el fútbol alemán demuestra que, a pesar de los malos momentos, siempre hay que dar lo máximo en todo y que no basta con empezar bien. Hay que rematarlo. El fútbol alemán no es que haya vuelto; es que nunca se fue.
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