martes, 10 de abril de 2018

El niño de los caracoles que regateaba a su sombra

Nacido en Pamplona, Jaime Lazcano siempre mostró una gran pasión por todo lo que hacía. Así fue médico, jugador de fútbol y escritor de obras de teatro. En todas ellas demostró un empeño impresionante. Cursó la carrera, mientras jugaba al fútbol y aún así le dio tiempo para estrenar obras de teatro. Las aficiones rivales le gritaban irónicamente “¡Dramaturgo!” debido su labor teatral, aunque su apelativo más reconocido era "El niño de los caracoles".


Jugador de gran técnica, velocidad impresionante y una cierta facilidad para golear, muy pronto llamó la atención de los ojeadores del club, entre los se encontraba el director técnico Santiago Bernabéu (que siempre lo consideró como un hijo; el hijo que nunca tuvo) que le ficho desde Osasuna. 
Lazcano muy pronto demostró su calidad y se hizo un fijo de las alineaciones blancas, siempre partiendo desde la banda derecha. Mientras seguía con su labor literaria, escribiendo dos obras de cierto éxito ambas de comedia: "El Astrágalo" (clarísima referencia a su compañero Gaspar Rubio que, tras la lesión que tuvo en un huesito conocido como astrágalo, se le conoció como "el Rey de astrágalo") o "Amar es vivir". 


También debutó con la Selección Nacional (con la que jugó 5 partidos), formando parte de la histórica victoria ante Inglaterra por 4-3 (Lazcano anotó el que en ese momento era el empate a dos). Lazcano era extremo con alma de delantero centro y así tiene el honor de ser el primer goleador en Liga del equipo blanco con quien anotó cuatro tantos ante el Europa en la primera jornada de la primera Liga (el partido acabó 5-0). Lazcano se colocó como líder de la afición. Muchos dicen que el navarro fue uno de los que revolucionó la posición de extremo.


Tras varíos fracasos ligueros, el equipo blanco (que había perdido el título de Real y había ganado una banda violeta por el advenimiento de la II República) se reforzó con grandes fichajes (El divino Zamora, Ciriaco, Quincoces, Luis Regueiro, Olivares, ... ) para ganar dos Ligas seguidas.  Tras tres años y 37 goles en 81 partidos con el Madrid, Lazcano acabó yéndose a Salamanca donde terminó sus estudios de medicina. 


El niño de los caracoles siguió su vida, ejerciendo como médico, aunque sin olvidar el fútbol, enseñando a futuras promesas en la Institución Colegio Apóstol de Santiago, que el mismo fundó e incluso llegó a ser seleccionador, formando tripleta con José Luis Costa y Ramón Gabilondo entre los años 1959 y 1960.

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