Era el cuento de sus sueños. Desde que era muy pequeño Piotr Ilich Chaikovski había leído con admiración multitud de cuentos, pero ninguno como aquella Bella Durmiente del Bosque, la cual le había fascinado. En su ensoñación quería ser aquel Príncipe que le diera un beso de Amor a aquella joven encantada, pero...
Los años pasaron y Chaikovski se convirtió en ese tiempo en uno de los más grandes compositores rusos con un ritmo de la melodía impresionante. Conocedor de ello era Ivan Vsevolozhsky, director de los Teatros Imperiales, que le encargó la música para una adaptación en ballet de La Bella Durmiente.
Estrenada en 1890, la coreografía fue creada por Marius Petipa y la escenografía fue concebida por Ivan Vsevolozhsky, los cuales se encargaron del librero de la misma, pero la música era del gran Chaikovski. Ni que decir que la obra supuso un éxito tremendo en Rusia y fuera de Rusia, siendo una de las obras más conocidas y reconocidas dentro del ballet a nivel mundial. Chaikovski, con sus canciones y aquel fenomenal vals que a todos cautivo, por fin consiguió dar un beso de Amor a su Bella Durmiente.
PD: Años después (concretamente en 1959), Disney estrenó su versión de la Bella Durmiente con canciones del genial compositor ruso ("Eres tú la dulce ilusión que yo soñé...").
Vals de la Bella Durmiente
Disney (1959)
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