viernes, 8 de febrero de 2019

Lope de Vega y las mujeres

"Yo he visto mujeres feas que tratadas son hermosas" 
Félix Lope de Vega

Resulta curioso que un hombre que glosó tanto el Amor (acuerdense de esa maravillosa definición que nos dejo en forma de soneto) o que tuvo esposas, amantes e hijos tanto reconocidos (algunos muy tardiamente) y no reconocidos acabara sus vida siendo Sacerdote. Todo ello al parecer se debió a una crisis existencial inducida probablemente por la muerte de algunos parientes.


Todo el mundo (incluida la curia en una época donde existía la Inquisición) sabía la querencia que sentía Lope por el sexo opuesto. De hecho, el fénix de los ingenios en su época fue considerado un ser inmoral que era lo mismo que decir que era un ser vicioso; entregado a los placeres de la carne. Lo cierto es que hoy en día y dejando claro que es uno de nuestros más grandes representantes del Siglo de Oro de las Artes y las Letras, el monstruo de la naturaleza (como lo llamó don Miguel de Cervantes) sería calificado como un golfo.
Recapitulemos: por culpa de una mujer fue encarcelado y desterrado de la Corte cuando tan solo tenía 25 años. La mujer (quizás su primer Amor), Elena de Osorio, era hija de un empresario teatral para el que Lope escribía sus obras, pero ésta por conveniencia se fue con otro a lo que un despechado poeta contestó con unos versos (aparte de otras composiciones) que circularon por todo Madrid, acusándola de hacerle "favores" para que él escribiera obras de su padre, que la vendía como una fulana
"Una dama se vende a quien la quiera.   
En almoneda está. ¿Quieren compralla?   
Su padre es quien la vende, que aunque calla,   
su madre la sirvió de pregonera..."
Fue indultado pero con 33 años fue procesado por amancebamiento con otra mujer (vivir o tener relaciones sexuales con una mujer sin estar casados). Tras enrolarse en la reconocidisima (y felicisima) Armada Invencible, llegó a ser secretario personal del Duque de Alba. Se caso dos veces: con Isabel de Urbina (a la que dicen que raptó, pero lo cierto es que se fue con él voluntariamente) y Juana de Guardo. Eso no le hizo dejar su vida anterior. Alternaba su vida de casado en la Villa y Corte con visitas esporádicas a sus amantes en Toledo, con las que en algunos casos tuvo hijos.


En la vida de nuestro poeta y dramaturgo se contabilizan hasta 8 mujeres entre las dos esposas que tuvo y las amantes reconocidas, aparte de diversos hijos salidos en algunos casos de relaciones que se extendieron con el tiempo, pero también fueron de relaciones esporádicas por lo que es difícil saber el número (la cifra "oficial" son quince). Antes del Sacerdocio, entre sus amantes contamos a María de Aragón y la actriz Micaela de Luján.

Sor Marcela de San Félix viendo pasar el entierro de su padre Lope

¿El que fuera ordenado Sacerdote evitó que Lope siguiera sucumbiendo a su otra pasión (aparte de la literatura)? Pues claro... que no. Marta de Nevares fue su última conquista. Era una mujer bella de ojos verdes (según nos cuenta el propio Lope), que amaba la poesía y el teatro y que hacía unos años se había separado del marido, por lo que entre los círculos privados se dudaba de la idoneidad (si no se había dudado antes) de que Lope fuera cura. Incluso con la tal Marta tuvo una hija. Él tenía más de 50 años. Vivían Sacerdote, amante e hija en la calle de Francos y cuentan que Lope la cuido hasta el día de su muerte. Había por parte del vulgo ciertas bromas sobre la vida "marital" del Sacerdote y aquella mujer a la que en los poemas que le compuso la llamaba "Amarilis" o "Marcia Leonarda". 


Decía Lope de Vega en el final de su soneto:
"... esto es Amor;
quien lo probo, lo sabe"
Pues sabía muy bien de lo que estaba hablando.

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