Rennes-le-Château no es más que pueblo francés que, sin embargo, despertó cierto interés tiempo atrás por la llegada de un hombre aparentemente extraño. En 1885 llegaba un joven párroco a la localidad. Éste se llamaba Francois-Bérenger Saunière.
Cuenta la leyenda que el párroco Bérenger Saunière habría encontrado unos documentos o un tesoro secreto en uno de los pilares del altar de la Iglesia mientras llevaba a cabo una reforma de la misma, algo aparentemente corroborado por dos obreros que habían trabajado en dicha obra y aún vivían en 1958.
Algunos supuestos pergaminos de dudosa veracidad, encontrados en la obra, hablaban de que los Reyes Merovingios descendían de una relación carnal de Jesús de Nazaret, una antigua y conocida leyenda medieval. Una historia, que, según muchos, fue sacada con la intención de legitimar la Monarquía en una Francia republicana.
Torre Magdala |
Por otro lado, se dice que al mismo tiempo que el cura descubrió un oscuro secreto en la Iglesia (el de los Merovingios o cualquier otro) su nivel de vida se disparó, y comenzó a frecuentar selectos y restringidos círculos entre cuyos integrantes no faltaban miembros de la realeza continental, algo llamativo para un "cura de pueblo".
Merced a unas riquezas de procedencia desconocida (encontradas por él o debido al interés de algunos en que guardara un secreto), proyectó una serie de obras, que denotan un extraño gusto para ser Sacerdote. Obras en el cementerio, la construcción de la Torre Magdala, dedicada a María Magdalena, así como la reconstrucción de la iglesia parroquial, en la que dejó varias señales, como una inscripción en la entrada en la que se lee: "Terribilis est locus iste" ("Este lugar es terrible", frase extraída del Génesis), aparte de esculturas representando al demonio Asmodeo, guardián de los secretos, y un viacrucis llamativo.
El diablo Asmodeo |
También se dice que Saunière estuvo tres semanas en París, donde pasó mucho tiempo en el Museo del Louvre en el que compró tres reproducciones de cuadros sin vinculación aparente entre sí. Estos eran "Los pastores de la Arcadia" de Poussin, un "San Jerónimo" de Teniers y un retrato anónimo del papa san Celestino V.
El mencionado cuadro de Poussin es extremadamente intesesante desde el punto de vista simbólico. En él podemos ver a cuatro pastores frente a un sepulcro, observando una inscripción que dice "Et in Arcadia ego" ("Y en la Arcadia yo [estoy]"), frase que recuerda la omnipresencia de la muerte también en la idílica Arcadia, llegando a todos los puntos posibles.
La muerte en la Arcadia |
Sin embargo, algo más extraño había en Saunière y es que al parecer vendía misas, haciendo ningún caso a las estrictas limitaciones de dicha actividad indicadas en el código eclesiástico, aparte de que solicitaba donativos para la construcción de una residencia de sacerdotes ancianos o enfermos que nunca se edificó, fondos que desvió hacía sus usos particulares.
Sería su sirvienta y compañera (si; tenía amante) la que se lo encontró repentinamente muerto en la Villa Bethania (proyectada también por él), aumentando hipótesis más o menos fantasiosas sobre su muerte.
Las especulaciones ya conocidas (y legendarias)mucho antes del párroco sobre la relación entre Jesús y María Magdalena (algo que mo corroboran ni los apócrifos) fueron documentadas en el libro de 1982 "El enigma sagrado", teorías que fueron utilizadas por Dan Brown en "El código Da Vinci" libro no sólo lleno de imprecisiones religiosas, sino históricas.
Desde ese momento, a pesar de la oposición expresa a excavar en el pueblo, Rennes-le-Château fue un sitio proclive para la búsqueda de misterios y la esperanza de encontrar secretos como los que supuestamente halló Bérenger Saunière en aquel "lugar terrible".
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