Lo nuevo siempre oculta lo viejo debió pensar el viejo Carlos Padrós Rubio cuando no fue recordado ni invitado con motivo de la inauguración del nuevo estadio de Chamartin... con todo lo que había hecho por el fútbol español y concretamente por el Real Madrid. Les estoy hablando de don Carlos Padrós.
Desde muy pronto vio como su familia prosperaba en la ciudad de Barcelona en torno a la industria textil, importantísima en aquellos finales del XIX y principios del XX. Sería Carlos, nacido en Sarria (entonces independiente de la mencionada Barcelona), quien junto a su hermano Juan, se trasladó a Madrid, donde regentó el negocio familiar, Al Capricho, una boutique de telas situada en el número 48 de la calle de Alcalá. Sin embargo, más allá de sus convicciones políticas (era de los liberales del recordado Sagasta) y su afán emprendedor, había algo a lo que el joven Carlos era aficionado.
Juan Padros |
Aparte de practicar la caza y el tiro al pichón, Carlos vio el potencial existente en un deporte exportado desde las Islas Británicas, que correspondía al nombre de foot-ball. Si; eran hombres en paños menores (hubo más de una denuncia por parte de gente que veía en esto algo indecente) que se dedicaba a dar patadas a una pelota, siendo su objetivo el de meterlas dentro de tres palos. El año de 1902 se unió con su hermano Juan para fundar legalmente un nuevo equipo de foot-ball. Éste saldría del club madrileño conocido como Foot-Ball Sky, presidido por Julian Palacios y que había sido creado en 1897, que vestía con camisa roja y pantalón azul. Sin embargo, este nuevo equipo utilizaría equipación completamente blanca, siendo su denominación la de Madrid Foot-Ball Club, el futuro Real Madrid.
Primer escudo del Madrid Foot-Ball Club |
Carlos, gran aficionado al deporte, tuvo la desgracia de no poder disputar partidos oficiales con la entidad que había fundado debido a su dolor crónico en la rodilla producido por un tumor del que afortunadamente se recuperó. No obstante, hizo mucho por el fútbol y su Madrid. Por otra parte, se dedicaba a escribir artículos donde hablaba de las actitudes nocivas de una juventud desoriendada, alentándoles a practicar un deporte y concretamente el foot-ball, , ya que están comprobados "los efectos beneficiosos para la salud y la vida misma".
Primer Madrid |
Precisamente, ese año de 1902, debido a los festejos por la mayoría de edad del Rey Alfonso XIII impulsó un torneo, el Concurso Madrid de Football, el primer campeonato nacional entre clubes de España, precursor de la posterior Copa del Rey de España. Gracias a sus gestiones (tenía una gran capacidad dialéctica para convencer a todos), consiguió que el Ayuntamiento de Madrid donara una copa de plata para el ganador, y que las sociedades de polo y de carreras cedieran el Campo de Polo del Hipódromo de la Castellana para disputar allí los partidos. Padrós también arbitró la final entre el Bizcaya y el Barcelona.
El siguiente paso que dio fue la creación Agrupación Madrileña de Clubs de Foot-Ball, que se encargaría de realizar el Campeonato Regional Centro.
En 1903, viendo el éxito que había obtenido el torneo del año pasado, consiguió que Alfonso XIII, con quien le unía una gran
amistad, donase un trofeo para poder disputar, desde ese año y de forma
anual, la Copa del Rey. Errores posteriores llevaron a pensar que el torneo de 1902 formaba parte de la Copa de España, llegándose a computar al Bizcaya como un campeón más.
El Rey Alfonso XIII. A su izquierda se encuentra Carlos Padrós |
La organización de Padrós de las diferentes ediciones fue ejemplar y todos los equipos soñaban con participar en el torneo. El Athletic de Bilbao ganó dos seguidas hasta que fue sucedido por el Madrid, presidido en esos momentos por Carlos Padrós, que tras ganar cuatro ediciones sucesivas (1905, 1906, 1907 y 1908), se hizo con el torneo en propiedad.
Campeones de la Copa de España de 1906 |
Padrós también formaria parte de la creación de la FIFA. En 1903, tras haber dimitido de su cargo al frente de la federación madrileña y sustituir a su hermano Juan en la presidencia del equipo blanco, delegó en André Espir la representación en la reunión constitutiva de la FIFA, que fue en París. Entre los firmantes figura Espir, representando al Madrid. No obstante, España
no pudo ingresar en el máximo organismo mundial, al no disponer de una
federación rectora, algo a lo que encaminó sus pasos Padrós.
Padrós propuso al resto de clubes la creación de una
federación nacional, que rigiera el fútbol español, llegando a
redactar un proyecto de estatutos. Los clubes quedaron emplazados para
una asamblea constitucional, prevista para Marzo de 1907, coincidiendo
con la disputa de la Copa del Rey, pero, el proceso se
dilató y, ni ese año ni el siguiente, se concretó la creación
del órgano federativo. La idea de Padrós era que España estuviera representada en la FIFA con una Federación propia y la idea no tan lejana de tener una Selección Nacional como la de Inglaterra. La Real Federación Española de Fútbol se fundó en 1913 y debido a la Gran Guerra del 14 no pudo debutar un combinado nacional hasta los Juegos Olímpicos de Amberes. Padrós ya llevaba retirado del fútbol desde hace mucho tiempo.
Tras cesar en 1908, fue nombrado presidente honorario vitalicio y desde ese momento no se involucró en la vida deportiva tanto de su club como a nivel español. Es verdad que siguió con sus negocios en los que prospero y fue diputado en las Cortes por Mataró. Sin embargo, un tenue silencio hubo en torno a él. A punto estuvo de ser fusilado en la guerra civil como un "peligroso derechista", pero un salvoconducto lo llevó hasta Marsella.
Regreso a España tras la guerra y desde ese momento el olvido más absoluto. Una vez más se demostraba que da igual el ámbito en el que nos movamos (en este caso el fútbol) los más grandes españoles de nuestra historia son condenados al ostracismo más absoluto. Una evidente injusticia para uno de los dirigentes más grandes que ha dado el fútbol español que lo dio todo por el deporte que amaba y su Madrid.
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