Como es bien sabido soy activo en las redes sociales. Considero que sin ser la herramienta de comunicación básica, éstas son importantes a la hora de compartir información u opinar sobre determinado asunto. En ningún momento utilizaría Twitter para insultar, amenazar o alegrarme de la muerte de una persona. Pues en España parece haber determinados individuos que no actuarían como yo.
Lo del torero tristemente fallecido no es más que uno de los múltiples ejemplos de personajes que sacan todo su odio (y más) contra aquellos que no coinciden con ellos o no actúan como quisieran que actuaran. Es lícito que no te guste el toreo, es lícito que no coincidas ideológicamente con una persona y es lícito que hay personas poco honestas en diferentes ámbitos de nuestra sociedad. No obstante, es repugnante y miserable que por cualquiera de las cuestiones anteriormente mencionadas se insulte, se amenace o haya gente dispuesta a bailar sobre la tumba de una persona. Y las empresas de redes sociales como Twitter deberían actuar contra aquellos que practican el terrorismo en la red. Y no. Esto no es libertad de expresión.
Lo que espero es que las autoridades actúen contra estos individuos, si antes no han sido consumido por el odio que llevan en sus entrañas. Todo puede ser.
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