miércoles, 30 de enero de 2019

África en globo

"Los obstaculos se han inventado para ser vencidos"
                                                                             Samuel Fergusson 
Novela curiosa de Verne. No evidentemente porque nos llevé a una aventura imposible (al menos en su tiempo), sino por el carácter relativamente lineal de la misma y el lógico interés que tiene su autor en describirnos hechos del pasado. Exploradores (algunos muy conocidos; otros no tanto) que viajaron a la misteriosa África que ya en la época de don Julio estaba comenzando a ser reconocida por cientos de hombres en busca de sus secretos. En cierta medida, Verne nos quiere llevar a donde nació el hombre; donde comenzó la humanidad. 


En la novela se nos presenta al doctor Samuel Fergusson, explorador inglés, a su criado Joe y a su amigo, el cazador Dick Kennedy con los que atravesará el continente africano, el cual hasta ese momento era muy poco conocido. Para ello usaran un globo hinchado con hidrógeno, objeto de la invención del mismo Fergusson, el cual permite subir o bajar a voluntad sin perder gas o echar lastre en busca de corrientes favorables, pudiendo más o menos dirigirlo a voluntad. 

El autor

La idea de este viaje que sin duda será peligroso es unir las investigaciones realizadas por Richard Francis Burton y John Hanning Speke en el África Oriental con las de Heinrich Barth en las regiones del Sahara y el Chad, hallando las fuentes del Nilo. 
Cuando Verne escribió "Cinco Semanas en Globo", que sería publicada en 1863, tenía unos 34 años y no había publicado ninguna de aquellas obras que lo harían famoso (hasta entonces sólo había escrito algunas piezas teatrales de pobre éxito). 
Es por eso que esta novela, aún no teniendo un estilo claro y se centra quizás en exceso en hablarnos de las exploraciones del pasado, en ella podemos ver algunos trazos que harían famoso a don Julio tales como una intriga llena de aventuras y sobresaltos, unida a personajes variopintos, aparte de descripciones técnicas y geográficas que literalmente hacen que te imbuyas en la propia historia, sin contar el fenomenal y extraño objeto que lleva a nuestros protagonistas durante todo el viaje y al que Fergusson le puso el nombre de Victoria. Ese sería el primer pasó de los extraordinarios viajes de don Julio Verne.

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