lunes, 23 de diciembre de 2013

La mágica Quinta del Buitre

Han pasado treinta años desde que un equipo de ensueño, consiguió enamorar a muchos con su juego. No era un equipo que jugara en primera o disputara competición europea. Les estoy hablando del filial del Real Madrid, un Castilla que iba lanzado hacía el título de la Segunda División de la temporada 1983-1984.


Y entre esa hornada de jugadores, habían cinco que no es que destacaran, sino que rozaban la perfección futbolistica, llegando a llenar el estadio Santiago Bernabéu, que recordemos es el campo del primer equipo. Esa maravillosa generación estaba formada por Manuel Sanchís (cuyo padre fue jugador madridista en los 60), Rafael Martín Vázquez, Miguel Pardeza, Miguel González "Michel" (uno de los mejores pasadores de la historia del fútbol español) y Emilio Butragueño, "el buitre", cuyo apodo acabaría dando nombre a dicha generación "La Quinta del Buitre".

Butragueño, alma mater de la quinta

Que un jugador recién salido de la cantera deslumbre y ya sea nombrado como uno de los mejores de su equipo es meritorio, pero es que éstos no sólo comenzaron a ser conocidos en la propia cantera, sino que ya eran temidos por las defensas rivales. Y es que los no tan viejos recuerdan la gran capacidad de salto de Sanchís, el temple de Martín Vázquez y Pardeza, los pases milimetricos de "Michel" y, por supuesto, la calidad y velocidad deslumbrante de un Butragueño, que, junto a sus compañeros de quinta, estaba llamado a hacer cosas muy grandes. Esa temporada acabarían ganando el campeonato de segunda división, siendo el único equipo filial que, hasta la fecha, ha conseguido tal proeza.

"Michel" tenía un guante en su pierna derecha

La segunda se les quedaba pequeña, por eso entrenadores como Di Stéfano y Molowny los harían debutar en el primer equipo. Pardeza acabaría yéndose al Real Zaragoza, donde sería uno de sus jugadores más destacados, quedándose los otros cuatro, los cuales junto a grandes figuras como Rafael Gordillo, Hugo Sánchez, Jorge Valdano, Paco Buyo y Bern Schuster entre otros, conseguirían las más altas cotas deportivas, llegando a ganar cinco Campeonatos de Liga de forma consecutiva, aunque siempre se les resistió la Copa de Europa, el gran sueño frustrado de la mayoría de ellos.

De izquieda a derecha: Butragueño, Martín Vázquez y Pardeza

Digo la mayoría porque Sanchís la acabaría ganando en 1998 y 2002 cuando sus compañeros de quinta ya se habían retirado. Por lo menos un representante de esa grandiosa quinta había conseguido un sueño, que el equipo madridista no conseguía desde hace 32 años.

Sanchís levanta la Copa de Europa

Para la historia quedaran no sólo sus títulos, sino el juego tan maravilloso de aquella grandiosa quinta, la cual forma parte de una década maravillosa de buen fútbol en el que estos virtuosos del balón ya desde aquel año de 1983 asombraron a media España.

Quinta del Buitre

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