jueves, 10 de diciembre de 2020

"Matar a un ruiseñor es pecado"

Contaba Gregory Peck que el persona de Atticus Finch era su punto máximo dentro de su carrera, lo cual dice mucho del personaje y, por supuesto, de "Matar a un Ruiseñor", una obra sublime, la única de su autora, ambientada en una localidad del sur estadounidense en plenos años de la gran depresión donde el racismo era ley y la pobreza pululaba por las calles. 
 

No es extraño que inicialmente fuese rechazada por los editores y encontrase dificultades para ser llevada al cine. Todo gira en torno a las vivencias de una niña Scout de seis años de edad,la cual vive con su hermano mayor Jem y su padre, el abogado Atticus Finch en medio de una sociedad racista, analfabeta y bastante cercana a las viejas costumbres. Unos niños, quienes junto a su amigo Dill están aterrorizados con la existencia de un personaje extraño que apenás se le ha visto en toda la zona de Maycomb y que responde al apelativo de "Boo" Radley. 
Tres años dura la historia donde los niños aprenderan de su padre no porque éste les diga esto o aquello, sino precisamente con el ejemplo de Atticus para con sus semejantes aún cuando sus semejantes sean los más desagradables posibles y los hay tanto en sus vecinos como en su propia familia. Y en medio de todo Atticus tendrá que defender a un negro del supuesto ataque a una mujer blanca con todo lo que conlleva en una sociedad como aquella. 
 
La autora

La tranmisión de valores como la empatía, la tolerancia y la compasión confluyen en una novela en la que los malos, los abandonados de la sociedad, no son malos, sino incomprendidos por parte de una sociedad que no los comprende. Las historias sobre "Boo" seguramente no son ciertas, el ruiseñor que da título al libro, al que la sociedad encierra, desterrandolo de sus vidas, y que sólo quiere salir, demostrando que vela por aquellos que él quiere. 
 

PD: por cierto, el pájaro al que hace referncia el título original (to kill a Mockingbird) no es un ruiseñor, sino un sinsonte norteño, el cual se da en América del Norte y el Caribe. Puede que en la traducción quede más bonita la palabra ruiseñor. No obstante, sea ruiseñor o sinsonte, ya lo dice Atticus en la novela; matarlo es un pecado porque nos alegra la vida con sus cantos y no devoran los frutos o el grano que está plantado.

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