Don Julio Verne nos volvería sorprender con una historia donde mezcla tanto su amor por la aventura como por las novedades científicas del momento. Imagínense un globo a la deriva, cuyos miembros escapan de su cautiverio, dando a parar a una isla donde todo parece extraño, sucediendose hechos misteriosos.
Es la adaptación del hombre con la naturaleza lo que movió a Verne a escribir una obra que es secuela de dos de sus historias cumbres "20.000 Leguas de Viaje Submarino" y "Los Hijos del Capitán Grant" (¡Cosa curiosa!) donde nos encontraremos con un personaje conocido por todos, el cual creíamos que había muerto (y ahí paro de contar, aunque me imaginó que los que no la hayan leído, sabrán a quien me refiero) y lo que es seguro es que en todo momento los suvervivientes del globo se sentirán vigilados.
"Será una novela que tratase sobre química" le decía Verne a su editor y así lo demuestra cuando los protagonistas consiguen fabricar... ¡acido sulfúrico!, pero no sólo de ciencia vive la literatura de don Julio, añadiéndole pequeñas dosis de fantasía a su historia con fauna y flora extraña, aparte de sucesos que hicieron de "La Isla Misteriosa" una de sus mejores novelas.
Puede que fuera por ser continuación de dos obras, por su gran prosa (que lo hizo uno de los mejores novelistas de la historia) o lo atrayente de sus personajes, pero lo cierto es que siempre que puedo me escapó a esa isla llena de misterios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario