De casta le viene al galgo. Manolo Sanchís (siempre escribió su apellido con acento en la i) es hijo de aquel lateral izquierdo vallisoletano de las medias caídas que le hizo un gol "maradoniano" a Suiza en el Mundial del 66. Manolo era miembro de aquella mágica Quinta del Buitre que maravilló a España con un juego brillante ya desde el filial para pasar a ganar Ligas, Copas, Copas de la UEFA, ... pero faltaba algo ¿Y la Copa de Europa?
Su padre había ganado una y eso era casi siempre lo que generaba pequeñas discusiones en casa de los Sanchis. No obstante, el pequeño Manolo callaba como si la espera se fuera a cortar en algún momento. Debutó contra el Real Murcia en Primera División con un gran remate a pase de Santillana. Otro de los debutantes fue un miembro de la Quinta, gran amigo suyo, Rafa Martín Vázquez.
Inicialmente era centrocampista con vocación goleadora, pero poco a poco retraso su posición. Cinco Ligas consecutivas, Copas de la UEFA y más títulos, pero la ansiada Copa de Europa no llegaba.
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| Gol de cabeza |
Mientras se forjó un defensa carismático que no rehuia el choque. Manolo, el defensa, hizo vida más allá de la Quinta y, tras la marcha de los Butragueño y compañía, siguió jugando, siendo capitán del equipo, formando un tándem defensivo magistral con Fernando Hierro. Con él de capitán conseguiría lo ansiado por todos: la Copa de Europa.
La victoria por la mínima ante la Juventus, posibilitó que Sanchis, después de las noches amargas ante Milán o PSV, levantara la Copa de Europa que tanto le debía la vida. Dos años después levantó otra, retirándose, tras alzar al año siguiente otra Liga. Al final la vida futbolística fue justa con aquel joven humilde y que desde el trabajo constante cimentó su leyenda. Al final Manolo pudo decirle a su padre que por fin había ganado la Copa de Europa.
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