Los que habremos pasado por Toledo hemos podido comprobar en toda su magnificencia la Iglesia de Santo Tomé y en ella uno de los cuadros más reconocidos hechos por el Greco, grande entre los grandes. Allí se encuentra el entierro del Conde de Orgaz.
El hombre en cuestión era Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz (la villa de Orgaz no fue condado hasta 1522), siendosele reconocido por ser un hombre de Fe inquebrantable y benefactor de la mencionada Parroquia de Santo Tomé. Al Greco se le encargo la obra en 1586, algo más de dos siglos y medio después de los hechos que en ella representaría.
Perteneciente al manierismo, La pintura nos muestra dos planos completamente distintos, pero unidos entre si. El terrenal en la que aparecen una gran cantidad de caballeros (entre ellos el propio Greco) que asisten al funeral y en la otra el celestial o la vida eterna plasmada en el cuadro en lo que constituiría para todo cristiano el horizonte entre la vida y la muerte, iluminado por Jesucristo, que como vemos en el cuadro acepta el Alma del Conde.
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| A la izquierda del dominico, el propio Greco |
Precisamente desde el cielo bajaron San Agustín, Doctor de la Iglesia, y San Esteban, primer mártir de la Iglesia, para con sus propias manos colocar el
cuerpo en la sepultura, mientras que los asistentes escuchan
una voz que decía "Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos
sirve". Este suceso no fue precisamente una historia inventada por el artista, ya que existía una tradición que hablaba de que dicha escena había tenido lugar.
Este cuadro no hace más que plasmar toda una pleitesía al Conde muerto, al que se le atribuye una gran devoción y caridad siempre guiado por la Fe Cristiana, algo habitual hasta no hace mucho tiempo en el que un Señor o benefactor encargaba un cuadro o retrato en el que apareciera rodeado de Santos y figuras religiosas. A veces lo hacían por él tal y como fue el caso del Conde de Orgaz.
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