"¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano clama desde el suelo. Ahora estás maldito y la tierra, que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano rechazará tu mano. Cuando trabajes la tierra, no te dará fruto. Vagarás eternamente sobre la tierra"
Génesis 4, 10-12
Estas palabras son pronunciadas por Dios, tras el asesinato de Abel a manos de Caín en el que se ha dado en llamar por los creyentes de las principales religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo) como el primer homicidio de la historia. Dicen que tras ésto, Dios le puso una marca a Caín con la intención de que quien lo viera no lo matase por su acto deleznable ("si alguien mata a Caín, será vengado siete veces").
Sobre la denominada marca de Caín hay muchas teorías. La más aceptada es que la palabra marca traducida de la palabra owth del Génesis también puede significar señal, profecía o advertencia. Lo probable es que se refiera a una advertencia a todos aquellos que vieran al homicida.
Lo que ese seguro es que esta señal según las escrituras marcaría no sólo a Caín, sino a sus descendientes. Desgraciadamente algunos individuos vieron un motivo de intolerancia racial en este episodio al interpretar de forma maliciosa que lo que hizo Dios fue cambiar el color de piel de Caín del blanco al negro. Esto posibilitó que determinados colectivos justificaran de forma miserable por razones supuestamente religiosas el racismo y la esclavitud sobre todo en los Estados Unidos durante el Siglo XIX.
Lo que hay que tener en cuenta es no tanto la marca de la que se discute si era una señal física dada por Dios, sino la maldición propiamente dicha. Caín vivirá con ella para siempre como símbolo del pecado cometido.
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