sábado, 16 de febrero de 2019

Inmunes

Es curioso, pero algo está cambiando en mi y en muchos. La cantidad de veces que simplemente por querer España porque es nuestro país (se tenga la ideología que se tenga), llevar una bandera o emociarte con el himno nos han llamado fachas. Muchos hasta hace poco nos molestabamos con razón porque si aquellos que insultan exigian respeto para los que ellos creen, digo que yo que nosotros también deberíamos exigirlo y una persona que quiere a su país (que tendrá muchos defectos, pero es mi país para lo bueno y lo malo) NO es fascista. Sin embargo, viendo la cantidad de veces que usan la palabra facha para ofender e insultar no sólo a partidos políticos o a personas de derechas, sino a todo aquel que no comulgue con sus ideas, les diré que ya estamos inmunizados ante tal insulto. No es que acepte que me digan facha; es que sinceramente con esa capacidad dialecta tan limitada que demuestran, tachandonos a todos los que no pensamos como ellos casi (o no casi) de franquistas o neofranquistas (el eterno francomodín), comprobamos día tras otro lo que son y que en algunos casos si pudieran laminar a quienes no piensan como ellos, lo harían y eso es algo que demuestran día a día con sus descalificaciones. Diría que son como niños chicos que buscan ofender o que todo el mundo les de la razón, pero ya somos mayorcitos para respetarnos un poco todos. A lo mejor para ver a un facha de verdad esos que tienen todo el día la palabra facha en la boca, tendrían que mirarse en un espejo. Sólo a lo mejor...

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