"El Gran Hotel. Siempre lo mismo. La gente viene. La gente se va… Nunca pasa nada". La verdad es que la frase es tremendamente irónica dada las cosas que pasan precisamente en un hotel como el gran hotel de Berlín. En realidad pasan cosas; humanas y no tan humanas que hacen de este hotel el centro de una película inolvidable no sólo por el guión, sino por la pléyade de estrellas que hay entre sus cuatro paredes.
La película es extremadamente coral: en ella vemos al barón Félix von Geigern (John Barrymore), un noble venido a menos que no es más que un simple ladrón de hotel y jugador de cartas profesional, el cual se hace amigo de Otto Kringelein (Lionel Barrymore),
un contable moribundo que ha decidido pasar sus últimos días
disfrutando una vida de lujo en el hotel. Precisamente tenemos al antiguo jefe de
Kringelein, el Director General Preysing (Wallace Beery), que se encuentra en el hotel para cerrar un trato importante, contratando a la secretaria Flaemmchen (Joan Crawford)
para que lo asista; una joven guapa e independiente, que aspira a ser actriz y de la que Presysing queda excesivamente encandilado hasta el punto de acosarla.
Precisamente la secretaria queda enamorada del barón al que considera un caballero, pero que como ya comenté no es más que un tahur y que planea robar el collar de perlas de la Grusinskaya (Greta Garbo), una bailarina rusa en horas bajas y que, tras el fracaso de su actuación, planea suicidarse, pero el barón sale de las sombras para evitar que acabe con su vida, mintiendole y diciendo que estaba en su habitación porque quería verla; estaba encandilado con ella.
Una bailarina en horas bajas |
Son dos almas perdidas y, a pesar de que al día siguiente él cuenta la realidad, y del enfado inicial de la bailarina, ésta acaba personandole y planeando que el noble vaya con ella a Viena, donde serán su proximas actuaciones.
Por otro lado, la secretaria, que aún sigue enamorada del barón, entabla amistad con
Kringelein, al que considera una persona agradable y que se enfrentara en público con Preysing, que fue un jefe tiránico y que lo echo de su puesto por carta.
La secretaria y Kringelein |
Para viajar a Viena, el barón necesita dinero para pagar su
salida del grupo criminal con el que ha estado trabajando y con el que planeaba robar la joya a la Grusinskaya. Después de un juego de cartas,
donde Kringelein gana todo, intenta aprovecharse de la borrachera del viejito para robarle su billetera, pero dado que es lo único que tiene aquel hombre orgulloso de tenerlo como amigo, se arrepiente y se la devuelve
antes que descubra su robo.
Como parte de un plan de fusión empresarial desesperado, Preysing debe viajar a Londres, pidiendole a Flaemmchen que lo acompañe. Cuando los dos están
en su habitación, que se abre a la suya, Preysing ve la sombra del
barón revolviendo sus pertenencias. El empresario se enfrenta a él (a pesar de que el barón no hace mucho para defenserse) y lo
golpea con un teléfono, matándolo. Flaemmchen ve lo que ha sucedido y le
dice a Kringelein lo ocurrido. Él insiste en que actuó
en defensa propia, pero Kringelein convoca a la policía y el empresario es
arrestado.
Se ha cometido un asesinato |
A la Grusinskaya no le dicen nada para no alterarla y parte hacia la estación de trenes, esperando encontrar allí a su enamorado. Mientras tanto, Kringelein se ofrece a cuidar a
Flaemmchen, la cual sugiere que buscaran una cura para su enfermedad. Todos nuestros protagonistas de una forma u otra se han ido. Al
salir del hotel, el doctor Otternschlag (Lewis Stone) vuelve a decir lo que dijo al comienzo de la película: "El Gran Hotel. Siempre lo mismo. La gente viene. La gente se va… Nunca pasa nada".
Película basada en una obra de teatro (eso se deja notar); todo ocurre en el Gran Hotel: En ella tenemos grandes figuras del cine que se conectan entre ellas y que acaban dando lugar a un drama perfectamente hilado, cuyo protagonista silencioso y principal es el propio hotel en el que se alojan la Garbo, los hermanos Barrymore, Joan Crawford... y que sólo fue nominada a los Oscar para la categoría de mejor película que ganó. Obra extraordinariamente encantadora que tiene lugar en un hotel en el pasan muchas cosas... y seguiran pasando.
Ficha
Dirección
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Edmund Goulding
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Producción
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Paul Bern
Irving Thalberg |
Guión
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Béla Balázs
Obra: Vicki Baum
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Música
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William Axt
Charles Maxwell |
Fotografía
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William H. Daniels
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Montaje
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Blanche Sewell
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Vestuario
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Adrian
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Otros datos
País
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Estados Unidos
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Año
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1932
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Género
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Drama
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Duración
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112’
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Protagonistas
Actor
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Personaje
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Greta Garbo
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Grusinskaya, la bailarina
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John Barrymore
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Barón Felix von Geigern
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Joan Crawford
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Flaemmchen, la secretaría
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Wallace Beery
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Director
General Preysing
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Lionel Barrymore
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Otto Kringelein
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Lewis Stone
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Doctor Otternschlag
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Jean Hersholt
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Senf, el portero
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Premios
Oscar
Categoría
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Persona
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Oscar a la Mejor Película
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"Nunca pasa nada" (en inglés)
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