Contaba Nacho Cano que la canción había venido de repente. Una mañana, todo resacoso después de una tremenda borrachera, Cano encontraría la inspiración para la que sería una de las mejores y más reconocidas canciones de Mecano.
Era 1981 y la canción fue un éxito rotundo que llevó a la fama al grupo que formarían Nacho, su propio hermano José María y Ana con un disco, Mecano, que marcó a una generación. Una época de grandes grupos; la época de la denominada movida madrileña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario