Por saberlo no es menos dolorosa. Y es que llevamos practicamente 8 meses de campaña electoral en la que unos y otros partidos en lugar de proponer (que no prometer) determinadas cosas a la ciudadania, se dedican a fajarse hasta el punto de hacer demagogia en un país en el que nos jugamos muchas cosas.
Lo que queda claro es que los llamados emergentes parecen haber alcanzado su cenit y ahora empiezan a bajar fruto de la falta de programas y que no se puede estar haciendo campaña en contra de lo que llaman el "sistema" y después no hacer nada. Al tipo de la coleta se le ve el plumero a diario (¿Qué dirá ahora de su amigo Alexis?), mientras Albert tiene que lidiar a los del PP que le critican por pactar con el PSOE y viceversa, aunque, de momento, hayan optado por dejar gobernar a la fuerza más votada.
Por otro lado tenemos al PP trabajando a destajo por hacer cosas que se tenían que haber hecho hace mucho tiempo y a un PSOE que se mueve entre el populismo y la nada más absoluta con la demagogia de cuando no gobiernan ("sanidad universal"; sube los impuestos entonces) y utilizando una reunión, que nunca tuvo que producirse, del Ministro del Interior con Rato para sacar rédito electoral, utilizando la mismísima Fiscalía con argumentos tan vacios que provocan la risa.
No es de extrañar que los ciudadanos nada extremistas, sean de derechas, izquierda o mediopensionista, estemos cansados de tanta campaña electoral y no hacer casi nada por un país como España, que necesita una forma de hacer las cosas más sensata y nada partidista.
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