Tanto que se ha hablado de "segunda Transición" y Regeneración, ahora mismo estamos ante la oportunidad de que la última sea posible. Tenemos que hacer posible que se pueda llegar a una forma de alcanzar pactos de Estado, anteponiendo el interés general por encima de cuestiones partidistas que tanto han lastrado al país los últimos años donde la radicalidad ha campado y sigue campando a sus anchas.
Siempre se ha comentado la necesidad de que se alcanzara pactos en la educación, sanidad, empleo, ... pues este puede ser el momento en el que, sin olvidarnos de que es evidente que existen diferencias de pareceres, se puede llegar a acuerdos; negociar siempre desde el interés de los españoles; donde los partidos políticos defensores de la Constitución puedan defender el voto de sus electores, pero a la vez darse cuenta de que estar ahí, en el Congreso de los Diputados, significa un deber con todos (te hayan votado o no), aparte de un privilegio que hay que ganarse día a día.
Aquellos que pretenden rodear el Congreso o manifestarse en contra de una investidura, ya que consideran al Gobierno del PP ilegitimo (recuerdo: 8 millones votaron al PP) no es más que una turba que, ante la desesperación por ocupar el poder cuanto antes (ya saben las exigencias de su "amado líder": vicepresidencia, CNI, control de TVE, etc.), se dedican a ladrar, soltando la bilis por la boca. De todas formas ya sabemos: que ladren, que los demás seguiremos cabalgando.
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