Granadilla en la isla de Tenerife lo vio nacer y con él llegaría se iniciaria una parte importante de la literatura en las islas Canarias. Un hombre que estudió magisterio en una época tan lejana que todavía no era carrera universitaria, ejerciendo primero en el Hierro, la Gomera y después en su isla natal, pero si algo le movía era la pasión por la literatura en unos años muy duros para España en general y la islas Canarias en partícular. Me estoy refiriendo a don Isaac de Vega.
Los años 40 y 50 se nos muestra Canarias en toda su miseria. El pueblo canario, muy lastrado por la guerra, habita en un espacio insular (aislado, por lo tanto) que se halla social, moral y culturalmente degradado. Don Isaac de Vega quiere publicar una novela y para ello dentró de la profunda miseria que embarga las islas, se movera dentro del realismo, entablando amistad en su búsqueda con un tal Rafael Arozarena, que años después publicaría una de las más grandes obras de la literatura en las islas: "Mararia".
Rafael Arozarena e Isaac de Vega |
Llega a ellos una nueva manera de pensar en la que se incorporan los escritores chicharreros Antonio Bermejo y José Antonio Padrón. Dentro de este grupo donde se va generando una viva actividad, se
pone en discusión las lecturas de obras universales; entran a debate
diversas cuestiones y temas que, si en principio no venían de la
literatura, acabarán llegando a las obras literarias que vendrán. Eran reuniones eran tan solo para conversar y poner a flote todas sus ideas. Isaac
de Vega, con todo esto, publicó su novela más emblemática: "Fetasa", que le daría nombre a este grupo de esritores, que solían reunirse para poner encima de las mesas sus inquietudes tanto sociales como literarias. El nombre, al parecer se lo dio Rafael Arozarena. Nacía el grupo de los fetasianos, un grupo para la historia de la literatura de las islas Canarias.
Don Isaac, comprometido con la sociedad de su tiempo, relatandola en sus obras de una manera dura, pero esperanzadora, colaboró en publicaciones canarias como "Gaceta Semanal de las Artes", "La Tarde", o revistas como "Fablas y Liminar", sin olvidar sus quehaceres literarias y la profesión de maestro a la que tanto honró. Don Isaac, junto a su buen amigo Rafael Arozarena, recibió el Premio Canarias de Literatura en 1988, llegando a ser nombrado miembro de la Academia Canaria de la Lengua en 2000. Entre sus obras, aparte de "Fetasa", se encuentran "Antes del amanecer", "Parhelios", "Pulsatila", "Tassili" (finalista del Premio Nadal), aparte de diversos cuentos cortos. En 2005 sus obras completas fueron editadas en cinco volúmenes, algo poco común dentro de la literatura de las islas.
Don Isaac de Vega cerró por última vez sus ojos un 3 de Febrero de 2014. Era el unico fetasiano que quedaba vivo, un hombre que hizo tanto por el renacer de la literatura en las islas Canarias. Derrotado por una grave enfermedad (sin contar que tenía 93 años), don Isaac se encontraba con el ansiado mundo “metafísico-religioso” que tanto preconizó en sus obras para terminar de convertirse en fetasiano, ya que como él manifestó su compañero de experiencias vitales, intelectuales y literarias Rafael Arozarena (fallecido en 2009): “Uno es fetasiano únicamente cuando se muere”.
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