Si ya la precampaña y campaña madrileña (aunque laa vivimos en clave nacional porque así lo quisieron algunos) fue vergonzosa, peor aún han sido las reacciones de determinados individuos, culpando a los ciudadanos de votar lo que votan y de la peor manera: con insultos, ofensas y desprecios, que me niego a reproducir aquí, pero que todos hemos leído y que desgraciadamente algunos en redes sociales se han encargado de reproducir porque, como buenos acólitos que son, tienen que tener contento al amado líder.
Más les valdría a los partidos de determinados sectores ideológicos buscar el motivo por el cual los ciudadanos han preferido a la actual presidenta de la CAM y que se dejen de insultos que no son otra cosa que producto de pataletas estériles. Unos insultos/ofensas absurdas hacía los madrileños que como podemos comprobar no les han venido precisamente bien. En cierta medida, con eso de los bares, camareros, tabernas y demás utilizados de forma despreciativa se denota un clasismo bastante lamentable.
Por otro lado, les recomendaría a algunos que dejen de utilizar el nazismo (¡el nazismo!) como fuente de confrontación para ofender porque más que nada lo que hacen es banalizar algo tan terrible como fue la Alemania nazi. Y llamar nazi a alguien no es un insulto cualquiera. En muchos países sería motivo de querella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario