Imaginense ir solo o con tu familia por la noche en una carretera desierta cuando te encuentras con un coche negro (para más señas) con los faros apagados. Es en ese momento adviertes del peligro a dicho coche de ir con los faros apagados mediante un simple cambio de luces con toda tu buena intención. Ahí se desata todo. Cuando los has avisado, los conductores de dicho vehículo negro te lo agradecen persiguiéndote, ya que con tu cambio de luces les has avisado de una cosa. El objetivo de ese coche con las luces apagadas sera matarte a ti, así como a todos los ocupantes del vehículo.
Les acabo de relatar una de las leyendas urbanas más extendidas y terroríficas de cuantas se conocen, la cual al parecer tuvo epicentro en América Latina hasta acabar extendiéndose a nuestro país. Los ocupantes de se vehículo son conocidos en el argot de esta historia como la pandilla sangre, siendo normalmente de origen sudamericano o rumano.
Esta leyenda urbana tuvo especial incidencia gracias a masivos correos electrónicos anónimos, aunque algunos decían ser la propia policía (algo que no es verdad), que advertían de tal cosa, dando datos evidentemente falsos sobre supuestos crímenes que afortunadamente nunca han tenido lugar, diciendo que si en la noche veían a un coche negro con las luces apagadas no hicieran nada y salieran corriendo.
Como siempre Internet, una herramienta beneficiosa en muchos casos, era utilizada para expandir (o al menos intentarlo) el terror en este caso no con un tema sobrenatural tipo "chica de la curva" o "Verónica", pero si utilizando elementos parecidos como las carreteras, la oscuridad o la aparente veracidad de unas noticias que jamas han existido.
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