Siempre he pensado que todo lo que pueda solucionar la tecnología, aquello donde el ser humano por sus condiciones físicas no puede llegar, esta bien, pero los dos errores o seudoerrores cometidos en este Mundial de Clubes demuestra que el fútbol no esta preparada para la tecnología o no sabe lo que es.
No sabe lo que es porque si lo que los dirigentes futbolísticos entienden por tecnología aquello consiste en cuatro o cinco tíos mirando pantallas, cabe decirles que eso lo hacemos todo el mundo y en cuanto a penaltis, fueras de juego o goles fantasma les puedo decir que hay cinco reunidos en una sala y cada uno, dependiendo de sus filias o fobias y a veces la misma persona hace una interpretación distinta de la jugada a con repeticiones desde diferentes ángulos en los que a veces te parece piscinazo y otras es una falta como una casa. Después pasa como con el gol-no gol-gol de Cristiano Ronaldo en el que el árbitro se estuvo casi un minuto para decidir si dar validez o no al tanto.
El único sentido que tendría la tecnología sería con los goles fantasmas; que hicieran como los ojos de halcón en el tenis para saber si la pelotita entró o no entró (La Alemania Federal del 66 hubiera agradecido dicha tecnología), lo cual no es nada interpretable. Lo demás es un absurdo costoso y que por lo visto no gusta a nadie salvo a los señores de la FIFA.
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