Lo que ha pasado en Cajamadrid, es lo que ha sucedido en muchas cajas y demuestra una vez más como los políticos enmierdan (no se me ocurre otra expresión) todo lo que tocan. Porque este caso no es el único que deja dudas de la actividad política en las cajas y es que desde Cataluña tenemos al inefable Narcís Serra, ex-presidente de Caixacataluña, ex-ministro de defensa con Felipe González (desde su posición espió a todo el mundo), imputado por circunstancias poco limpias.
Me hace gracia que Rubalcaba se rasgue las vestiduras públicamente por lo supuestamente ocurrido en Cajamadrid cuando todos, sin excepción, han manejado las cajas a su antojo, desde políticos de cualquier ideología a los llamados sindicatos mayoritarios. Pero lo que ha pasado en las cajas, no es sólo exclusivo de estas y es que ya dije que lo que toca el político lo convierte en basura. ¿Por qué?
Sencillamente porque quieren mandar en todos los círculos de poder. Y ejemplos los tenemos de largo: en la justicia (cargándose el principio de división de poderes osease, la Democracia), la educación, la sanidad, el deporte, ... ejemplos que demuestran como muchos políticos, no todos, buscan la seguridad que les da el puesto en un consejo de administración o el poder hacer y deshacer a su antojo.
Es un error que un político pueda mandar sobre cajas o sobre la justicia. Las cajas para los economistas y la justicia para los jueces. Quien quiera jugar a la política, que participe en las elecciones, pero no se puede tolera este contubernio al que se llego hasta el punto de nombrar como Presidentes o miembros de Consejos de Administración de Cajas a gente sin escrúpulos, que o bien pertenecían a la política o estaban controladas por el poder política. Otros de los desmanes que con el tiempo ha provocado una crisis que, efectivamente, han pagado los ciudadanos, demostrándose una vez más que es mejor dejar fuera a la política de determinados asuntos vitales.
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