A las personas que son de mi generación y posteriores siempre se nos ha acusado, la mayoría de las veces con razón, de nuestro poco interés por los clásicos a todos los niveles: literatura, música, etc. No sera porque muchos no intentaran de una forma atrayente, dinámica y, hay que decirlo, divertida. Uno d de esos hombres se nos fue anoche. Les estoy hablando de Fernando Argenta, que, para el que no lo recuerde, fue el que dirigió el programa de "El Conciertazo", que con su manera dinámica y alegre nos hacía ver que la música clásica no tiene porque ser un tostón y ser una maravilla en todos los sentidos.
Gracias a hombres como ese, al igual que tantos otros, dicho sea de paso, consiguió que en las jóvenes generaciones empezáramos a conocer quién era Beethoven, Bach, Mozart y tantos otros que, lo digo sin dudarlo, han pasado por ser los grandes amigos de mi infancia. Porque gracias a ellos, la música no se quedo ahí, sino que avanzo hasta lo que es hoy en día. Es por eso que hay que agradecerle a ese hombre, en alguna medida visionario por todo lo que hizo por la música clásica. Unos dirán: su padre fue Ataúlfo Argenta, un pianista y director de orquesta y efectivamente es cierto. Pero eso no quita que porque él era así y amaba la música nos inculcara a las jóvenes generaciones, apenas sin saberlo nosotros mismos, la importancia de tan grandes compositores, así como la maravilla que supone para el oído humano oír una sola de las notas de cualquiera de estos genios de la música.
Y es que el amo la música como yo creo que debe amarse: con el corazón. Por eso ayer, un poco, los de mi generación y posteriores, nos quedamos un poco huerfanos por esa época tan vivida musicalmente hablando por nosotros. Pero a su vez, nos alegramos porque hay vidas que le dan mucho sentido a otras. Y esa vida es la música. Por esa música que tanto nos enseño a amar, el gran Fernando Argenta, allá donde este, !Gracias¡
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