lunes, 9 de diciembre de 2013

El contubernio judeo-masonico-comunista internacional

En épocas franquistas, todo el mundo se reía, no sólo la oposición, sino algunos afines al regimen, cuando Franquito decía aquello de que "Desde fuera hay un contubernio judeo-masónico-comunista que pretende desestabilizar a nuestro país". Palabras que siempre salían de la boca del caudillo y algún gran dirigente cuando desde fuera o desde dentro se criticaba al régimen por su evidente falta de libertades. Y ellos mismos asumían para todo el país una crítica que no dejaba de ser personal porque era hacía unos dirigentes que coartaban uno de los grandes derechos fundamentales y como no la culpa eran de los masones, de las izquierdas, de los monarquicos, de algunos falangistas traidores, etc.


Pues ahora vivimos una situación podríamos decir algo similar en el tema sindical. Resulta que salen informaciones en los periódicos de que UGT actúa de forma ilegal con el dinero público y resulta que lo único que alegan en su defensa es que hay un contubernio desde la derecha y el Gobierno del PP para desestabilizar a los sindicatos. En primer lugar yo creía que todavía les quedaba alguna neurona para no caer en las escusas propias del franquismo y en segundo y ultimo lugar dichas informaciones vienen de ex-trabajadores de la propoa UGT, que descontentos porque los echaron por un ERE con la nueva ley del PP (¡Qué curioso!), les mandan papeles a los diarios donde se demuestra el dispendio sindical que no viene de ahora en Andalucia, sino mucho antes.
El contubernio judeo-masónico no viene de un supuesto Gobierno de derechas que quiera cargarse a los sindicatos, sino de ellos mismos que con sus desmanes han propiciado una aún mayor desafección hacía esos sindicatos. Esperemos que, con esto, la gente se de cuenta de dos cosas: el dinero público es de la gente, no de organizaciones privadas o partidos políticos y que estas organizaciones que se hacen llamar sindicatos deben desaparecer porque su estructura forma parte de partidos políticos (UGT=PSOE, por ejemplo) y ante todo no deben depender de la subvención pública, sino de las cuotas de sus afiliados. Es algo evidente, que muchos no quieren ver por cuestiones ideológicas, pero la gran labor sindical se hace desde fuera del poder y de forma independiente. No como esta piara de ladrones, vividores de lo público. El sindicalismo es necesario en cualquier Democracia, pero no organizaciones como UGT o CCOO, que demuestran una y otra vez lo que desprecian a los trabajadores.

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