Amante profundo de su país, muy a su pesar, Pío recordaba aquellas mañanas en su San Sebastián natal, cuando aún era niño, aquellas olas en la playa, aquellos tiempos que no volverán y son recuerdos, sólo recuerdos. Ahora era un escritor de renombre, uno de aquellos que criticaron a una España o, mejor dicho, a sus gobernantes, que la llevaban al desastre más absoluto. Uno de los muchos que formaron la denominada "Generación del 98", junto a su hermano Ricardo.
Pío Baroja y Nessi nació en San Sebastián, España, el 28 de Diciembre e 1872, siendo el tercero de tres hermanos. Un tiempo después nacería su hermana Carmen, con la que mantendría una intensa relación. Su familia era una de las más distingidas de la ciudad, siempre relacionadas con la prensa y los negocios de imprenta.
Desde muy joven, Pio tuvo una mente despierta, algo que repercutio en su perjuicio en el tema académico. Ninguna profesión le atraía lo suficiente, más por falta de interés que talento. Fue en esa época cuando se aficiono a la escritura, algo que lo acompañaria el resto de su vida. Por ese entonces, leyó a los grandes filósofos alemanes como Inmanuel Kant y Arthur Schopenhauer, que le influyeron notablemente en su actividad como escritor. Pio nunca simpatizo con la iglesia desde su misma niñez, declarandose agnóstico, y siempre se le achaco una cierta misoginia, aunque nunca demostrada.
Baroja logro acabar la carrera de medicina y ese mismo año,1894, se fue a Cestona, en Guipúzcoa, con una plaza de médico que había leído anunciada en un diario. Esa vida le parecía monótona y aburrida. Durante esa época, España vivía una etapa tormentosa en la que había perdido sus colonias de ultramar y donde salía a la luz los nacionalismos periféricos como el vasco liderado por un radical y un racista como Sabino Arana. Sin embargo, Baroja, a pesar de las muchas críticas a su país, lo quería y, de hecho, decía que había que acercar las Vascongadas a España y no al revés. Es por eso que daba por sentada la existencia de España, con su tierra natal incluida en ella, a diferencia del nacionalismo vasco, al que siempre se enfrento como otros ilustres literatos vascongados como Miguel de Unamuno.
Baroja leyendo uno de los muchos libros de su biblioteca |
En 1900 publicó su primer libro, una recopilación de cuentos titulada "Vidas sombrías", compuestos la mayoría en Cestona sobre gentes de esa región y sus
propias experiencias como médico. En esta obra se encuentran el germen
todas las obsesiones que reflejaría en su novelística posterior. Este libro tuvo bastante éxito, siendo comentado por prestigiosos escritores de la época a los que el conocería en ese momento como el propio Unamuno, Azorín o Galdós. Así sería como Baroja abandonaria poco a poco la medicina para dedicarse a su verdadera pasión: la escritura.
Precisamente, junto a un grupo de escritores e intelectuales formaría la llamada "Generación del 98", la cual buscaba una especie de regeneración en un país que estaba hundido politicamente y socialmente. Sin embargo, Baroja siempre negó la
existencia de la "Generación del 98" porque consideraba que carecían sus pretendidos componentes de las necesarias afinidades y similitudes.
En 1903 estuvo en Tánger como corresponsal de "El Globo". Durante esa étapa, viajó por toda Europa (residió varias veces
en París, estuvo algún tiempo en Londres, y pasó por Italia, Bélgica,
Suiza y un largo etcetera), acumulando una impresionante biblioteca especializada en ocultismo, brujería
e historia del siglo XIX.
Sus viajes por España, que le ayudarian en sus obras, los hizo casi siempre acompañado por sus hermanos Carmen y Ricardo, pero también por Ramiro de Maeztu, Azorín, Schmitz e incluso José Ortega y Gasset..
En 1921 fue operado, con cirugía abierta, de próstata, y, tras 37 días
en cama, logró recuperarse; pero quedó impotente.
Su principal aporte a la literatura, según relata en sus memorias es la observación y
valoración objetiva, documental y psicológica de la realidad que le
rodeó. Baroja tenía conciencia de ser persona dotada de una especial agudeza
psicológica a la hora de conocer a las personas. En sus novelas reflejaba un realismo muchas veces cercano al pesimismo. Obras como "El Árbol de la Ciencia" o "Camino de Perfección" son claros ejemplos.
Ideológicamente, Baroja terminó por identificarse con las doctrinas liberales y no abandonó en ningún momento sus ideas anticlericales. Fue cofundador el 11 de Febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, en una época en la que el mundo estaba dividido en dos, entre ellas la misma España, con dos bloques: el nacionalsocialismo procedente de Alemania y el comunismo. En 1935 fue admitido en la Real Academia Española; uno de los pocos honores a los que se dispenso a tan gran escritor.
La guerra civil lo pillo cuando veraneaba en su casa de Vera de Bidasoa, junto a la frontera con Francia. Aunque paso gran parte del tiempo en el país galo, también llego a estar en España durante la guerra, en zona dominada por el bando sublevado.
Baroja, tras acabada la guerra, pudo estar en España e incluso realizar alguna que otra publicación, aunque siempre tuvo problemas con la censura franquista. De todas formas, podemos decir que la literatura de Baroja abarca en su mayoría los años anteriores a la guerra.
Busto dedicado al escritor en Aranda de Duero |
Pío Baroja fallecío en Madrid, España, el 30 de Octubre de 1956, tras haber vivido una vida plena en que se dedico a su gran pasión: la palabra escrita y, donde pesar de los años, recordando aquellos días de su infancia en el que el sol se levantaba en la bella Sebastián. Eran recuerdos, pero que bonitos recuerdos.
Su vida y obra se pueden consultar en: Pío Baroja-Wikipedia
Su vida y obra se pueden consultar en: Pío Baroja-Wikipedia
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