Los piquetes mal llamados informativos siempre han sido inadmisibles porque utilizan la violencia especialmente para amedrentar a las personas que legítimamente quieren trabajar y es que en un Estado que pretenda ser democrático es un derecho tanto la huelga como el trabajo, aunque ya sabemos que en España hay muchos elementos cuyas actitudes son todo menos democráticas y no necesariamente dichos elementos son de ultraderecha como se encarga de pregonar algunos individuos del gobierno actual, los cuales hasta hace 4 días estaban a favor de los piquetes siempre y cuando los hicieran sus sindicatos de referencia, comisiones obreras y UGT (que "casualmente" no han apoyado la huelga de transportistas), y preferentemente la hicieran con gobiernos de derechas. Fíjense si estaban a favor de los piquetes que esos que ahora se quejan de ellos votaron hace un año, consiguiendo aprobar, la despenalización de los piquetes, derogando el artículo que castigaba con pena de cárcel el delito de coacciones en una huelga, teniendo la desfachatez de venderlo como la despenalización de las huelgas, algo que es VERGONZOSO.
Ahora todo ese apoyo histórico de la izquierda/extrema izquierda a los piquetes se les vuelve en contra al igual que en su momento se les volvieron en contra los llamados escraches (ya saben: lo que uno que ustedes y yo sabemos decía que era "jarabe democrático") y sólo se ven ante la tesitura patética de ir contra ellos argumentando que es que son la "ultraderecha" y si les dejamos tiempo dirán que han sido alentados por el fantasma de Franco (aunque parece que ahora la culpa de todo es de Putin).
A mi y a muchos no nos pillaran: los piquetes SIEMPRE han sido violentos, vengan del sindicato que vengan, del sector que vengan o esté el gobierno de la ideología que sea. Lo que pasa es que no se podía esperar que un gobierno de más de 20 ministros (de los cuales el pueblo en general sólo conoce a 5) presidido por el señor Pedro Sánchez fuese coherente.
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