Los "recuerdos" de Federico Fellini. Ya era un cineasta extraordinariamente reputado con obras maestras impresionantes cuando rodó esta temenda joya del cine, cuyo título viene de a m'arcòrd, expresión que significa "yo me acuerdo", "me acuerdo de" o "recuerdo" (a secas) en el emiliano-romañolo, lengua románica propia de la región italiana Emilia-Romaña, donde está situada la ciudad de Rímini, de donde era el propio Fellini. Y son esos recuerdos de juventud en una época turbia, aunque la ciudad en la película fue renombrada como Borgo.
Nos encontramos en la Italia Fascista en una pequeña ciudad de provincias. Va a comenzar la primavera. La llegada de los vilanos anuncia la llegada de la estación y todos los lugareños salen a celebrarlo, en torno a una gran hoguera en la que queman a una vieja muñeca, la cual representa al invierno. Titta Biondi (Bruno Zanin) es un adolescente, quien, junto sus amigos, acude a clase donde tienen que literalmente soportar a aburridos profesores, burlándose de los más blandos.
Esta eso y las fantasías más ocultas de los chicos que acaban masturbandose, pensando en su profesora de matemáticas, o en la estanquera (de una gran delantera, Maria Antonietta Beluzzi), o en Volpina (la prostituta ninfómana, Josiane Tanzilli), o en la Gradisca (Magali Noël), la extraordinaria y guapísima Gradisca, una peluquera cuyo trasero es admirado por toda la población masculina y a la que muchos consideran la Greta Garbo local. Una mujer que sueña con encontrar el Amor que la quiera o, en su defecto, un novio entre los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel. Precisamente en el Gran Hotel, donde Ninola, pues ese era el verdadero nombre de la Gradisca, consiguió su apodo, pues se contaba que se acostó con un Príncipe al que llamó estando desnuda en la cama y diciéndole: "gradisca"(disfrute). El propio Titta recuerda que en una ocasión se puso al lado de ella en el cine, tocandole una pierna, no importándole que ella lo acabara abofeteando.
Titta vive en una familia algo partícular. No son extrañas las discusiones entre su padre Aurelio (que trabaja en la constitución, Armando Brancia) y su madre Miranda (Pupella Maggio)... y es que su padre no deja de ser un desquiciado que está hasta las narices de todo, mientras su madre, también harta de todo, amenaza en más de una ocasión en que algún día con echar veneno a todos en la comida o quitarse la vida (al gusto). Una de las gamberradas de Titta (como la vez que meó desde la parte de arriba del cine sobre el sombrero de un vecino), irritan tanto a, su padre, que lo persigue por toda la casa con el cinto en la mano.
Todos acuden a ver también a los fascistas (los tristemente celebres Camisas Negras), que desfilan corriendo por la ciudad, hasta que en medio de la exaltación, se escucha que alguien toca la Internacional. Tras ordenar que todos regresen a sus casas, los soldados fascistas tratan de dar con el músico rebelde/comunista hasta que comprueban que el sonido surge del campanario, por lo que comienzan a disparar hacia el mismo hasta acabar con el fonógrafo del que sale la "perniciosa" música. Al día siguiente varios vecinos son interrogados, entre ellos Aurelio, que tiene fama de antifascista, siendo castigado a tomarse una botella de aceite de ricino.
Durante el verano, la ciudad cobra vida gracias a los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel, en el que, se dice que se hospedó un emir con sus 30 concubinas, relatando el borrachín Biscien, el vendedor ambulante, que éstas le lanzaron sábanas para que trepara hasta sus aposentos, donde, tras seducirlas con su flauta, bailaron con él, acostándose con 28.
Una vez al mes, Aurelio y su familia sacan del manicomio a Teo (Ciccio Ingrassia), el hermano del propio Aurelio. Tras parar para comer y descansar en el campo, Teo enloquece subiendose a un enorme árbol desde el que grita de forma repetida "¡¡¡Quiero a una mujer!!!", lanzándoles piedras a los que tratan de bajarlo, por lo que finalmente deben recurrir a una monja enana que trabaja en el manicomio, la cual le obliga a bajar. Ni que decir que Aurelio esta hasta las narices y, antes de conseguir que lo bajaran, amenazó con irse y dejarlo allí, subido a un árbol.
Todos recordarán también el momento en que se lanzaron al mar (toda la ciudad en el mar) para poder ver de cerca el enorme trasatlántico Rex, el cual representaba la gloria fascista, cuyas luces les fascinó, gritando por la gloria del fascismo. Titta también recuerda cuando acudió al estanco, diciendole a la estanquera que podía levantarla en brazos, tras lo que ella le mostró sus enormes pechos, pidiendole que se los besara y chupara.
Cuando llega la nieve todos salen del cine para disfrutar de ella, aunque será solo el principio de la nevada más copiosa del lugar, y un día mientras se lanzan bolas ven cómo el pavo real del Conde llega hasta la plaza observando admirados su bello plumaje entre la nieve. Con el invierno lega la enfermedad de Miranda, que poco después morirá en el hospital, recordando cómo pese a su enorme tristeza, fueron al entierro en una carroza que todos miraban con lástima. La tristeza de la familia es tremenda.
Y tras la tristeza del invierno, vuelven los vilanos y con ellos, finalmente, la boda de la Gradisca con su Príncipe azul (su "Gary Cooper" partícular), aunque solo sea un carabinieri, y a la que acude todo el pueblo, sabiendo que pronto la echarán de menos.
Con un guión extraordinario y una banda sonora sublime y evocadora (por Nino Rota), la película nos relata en este verdadero hito del cine (su último éxito comercial, el cual le llevaría a ganar su cuarto Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa) la vida humana con una serie de personajes curiosos, iniciandose como una especie de típica película de corte costumbrista para acabar adquiriendo una dimensión de ironía, farsa y esperpento, algo propio de los más grandes cineastas italianos.
Esta eso y las fantasías más ocultas de los chicos que acaban masturbandose, pensando en su profesora de matemáticas, o en la estanquera (de una gran delantera, Maria Antonietta Beluzzi), o en Volpina (la prostituta ninfómana, Josiane Tanzilli), o en la Gradisca (Magali Noël), la extraordinaria y guapísima Gradisca, una peluquera cuyo trasero es admirado por toda la población masculina y a la que muchos consideran la Greta Garbo local. Una mujer que sueña con encontrar el Amor que la quiera o, en su defecto, un novio entre los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel. Precisamente en el Gran Hotel, donde Ninola, pues ese era el verdadero nombre de la Gradisca, consiguió su apodo, pues se contaba que se acostó con un Príncipe al que llamó estando desnuda en la cama y diciéndole: "gradisca"(disfrute). El propio Titta recuerda que en una ocasión se puso al lado de ella en el cine, tocandole una pierna, no importándole que ella lo acabara abofeteando.
Titta vive en una familia algo partícular. No son extrañas las discusiones entre su padre Aurelio (que trabaja en la constitución, Armando Brancia) y su madre Miranda (Pupella Maggio)... y es que su padre no deja de ser un desquiciado que está hasta las narices de todo, mientras su madre, también harta de todo, amenaza en más de una ocasión en que algún día con echar veneno a todos en la comida o quitarse la vida (al gusto). Una de las gamberradas de Titta (como la vez que meó desde la parte de arriba del cine sobre el sombrero de un vecino), irritan tanto a, su padre, que lo persigue por toda la casa con el cinto en la mano.
Todos acuden a ver también a los fascistas (los tristemente celebres Camisas Negras), que desfilan corriendo por la ciudad, hasta que en medio de la exaltación, se escucha que alguien toca la Internacional. Tras ordenar que todos regresen a sus casas, los soldados fascistas tratan de dar con el músico rebelde/comunista hasta que comprueban que el sonido surge del campanario, por lo que comienzan a disparar hacia el mismo hasta acabar con el fonógrafo del que sale la "perniciosa" música. Al día siguiente varios vecinos son interrogados, entre ellos Aurelio, que tiene fama de antifascista, siendo castigado a tomarse una botella de aceite de ricino.
Desfile fascista |
Durante el verano, la ciudad cobra vida gracias a los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel, en el que, se dice que se hospedó un emir con sus 30 concubinas, relatando el borrachín Biscien, el vendedor ambulante, que éstas le lanzaron sábanas para que trepara hasta sus aposentos, donde, tras seducirlas con su flauta, bailaron con él, acostándose con 28.
Una vez al mes, Aurelio y su familia sacan del manicomio a Teo (Ciccio Ingrassia), el hermano del propio Aurelio. Tras parar para comer y descansar en el campo, Teo enloquece subiendose a un enorme árbol desde el que grita de forma repetida "¡¡¡Quiero a una mujer!!!", lanzándoles piedras a los que tratan de bajarlo, por lo que finalmente deben recurrir a una monja enana que trabaja en el manicomio, la cual le obliga a bajar. Ni que decir que Aurelio esta hasta las narices y, antes de conseguir que lo bajaran, amenazó con irse y dejarlo allí, subido a un árbol.
"¡¡¡Quiero una mujer!!!" |
Todos recordarán también el momento en que se lanzaron al mar (toda la ciudad en el mar) para poder ver de cerca el enorme trasatlántico Rex, el cual representaba la gloria fascista, cuyas luces les fascinó, gritando por la gloria del fascismo. Titta también recuerda cuando acudió al estanco, diciendole a la estanquera que podía levantarla en brazos, tras lo que ella le mostró sus enormes pechos, pidiendole que se los besara y chupara.
Cuando llega la nieve todos salen del cine para disfrutar de ella, aunque será solo el principio de la nevada más copiosa del lugar, y un día mientras se lanzan bolas ven cómo el pavo real del Conde llega hasta la plaza observando admirados su bello plumaje entre la nieve. Con el invierno lega la enfermedad de Miranda, que poco después morirá en el hospital, recordando cómo pese a su enorme tristeza, fueron al entierro en una carroza que todos miraban con lástima. La tristeza de la familia es tremenda.
Y tras la tristeza del invierno, vuelven los vilanos y con ellos, finalmente, la boda de la Gradisca con su Príncipe azul (su "Gary Cooper" partícular), aunque solo sea un carabinieri, y a la que acude todo el pueblo, sabiendo que pronto la echarán de menos.
Con un guión extraordinario y una banda sonora sublime y evocadora (por Nino Rota), la película nos relata en este verdadero hito del cine (su último éxito comercial, el cual le llevaría a ganar su cuarto Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa) la vida humana con una serie de personajes curiosos, iniciandose como una especie de típica película de corte costumbrista para acabar adquiriendo una dimensión de ironía, farsa y esperpento, algo propio de los más grandes cineastas italianos.
Ficha
Dirección
|
Federico Fellini
|
Dirección artística
|
Giorgio Giovannini
|
Producción
|
Franco Cristaldi
|
Guión
|
Federico Fellini
Tonino Guerra |
Música
|
Nino Rota
|
Fotografía
|
Giuseppe Rotunno
|
Montaje
|
Ruggero Mastroianni
|
Vestuario
|
Danilo Donati
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Efectos especiales
|
Adriano Pischiutta
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Otros datos
País
|
Italia
|
Año
|
1973
|
Género
|
Drama
|
Duración
|
127’
|
Protagonistas
Actor
|
Personaje
|
Bruno Zanin
|
Titta Blondi
|
Magali Noël
|
Gradisca
|
Pupella Maggio
|
Miranda Blondi
|
Armando Brancia
|
Aurelio Blondi
|
Giuseppe Ianigro
|
Abuelo de Titta
|
Nando Orfei
|
Lallo
|
Ciccio Ingrassia
|
Teo
|
Stefano Proietti
|
Oliva,
hermano de Titta
|
Donatella Gambini
|
Aldina Cordini
|
Maria Antonietta Beluzzi
|
La
estanquera
|
Premios
Oscar
Categoría
|
Persona
|
Oscar a la Mejor Película
de habla no inglesa
|
-
|
David di Donatello
Categoría
|
Persona
|
David di Donatello a
la Mejor Película (ex-aequo)
|
-
|
David di Donatello
al Mejor Director
|
Federico Fellini
|
Banda sonora (Nino Rota)
Comida de familia
La escuela
La Gradisca
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