La Siervita de Dios

Todos los 15 de Febrero, se agolpan las multitudes alrededor del Convento de Santa Catalina de Siena en frente de la plaza del Adelantado en San Cristóbal de La Laguna, en la isla de Tenerife. Y es que en ese día es expuesto el cuerpo incorrupto de Sor María de Jesús, que falleció el mencionado 15 de ese mes del año 1731,  la cual está en un sarcófago con cubierta de cristal, que sólo puede ser abierto con tres llaves (una está en posesión de las monjas del propio convento, otra la tiene el Ayuntamiento de la ciudad y la tercera es propiedad de los descendientes de Amaro Pargo, gran amigo de la propia María de Jesús). La devoción en esá mujer es tremenda y aún de forma incomprensible ni tan siquiera ha sido beatificada; años y años han pasado desde dicho proceso y parece ser que, a diferencia de otros, una mujer, Santa en vida, como María de León y Delgado tiene que esperar. 

Natural del Sauzal (nacida un 23 de Marzo de 1643), ya desde su juventud mostró inclinaciones misticas y religiosas, destacó por su gran austeridad y religiosidad y, a pesar de los avarates de la vida en tan temprana edad (falleció su padre, fue criada por matrimonio penínsular, fue a vivir con sus tíos). Le tenía una devoción a una imagen milagrosa del Niño Jesús que estaba (y está) en la Iglesia de San Pedro del Sauzar, diciendose que la imágen le abriría las puertas de la Iglesia cuando estaba cerrada para que María fuera a rezar.

Sor María de Jesús (nombre que adoptó cuando tomo los votos) entró en la Orden Franciscana, formando parte del convento en el que se hallá su cuerpo, donde ya en su vida destacan elementos milagrosos o sobrenaturales tales como los estigmas (cuando falleció tenía en su costado la herida de la lanzada de Cristo), éxtasis (varías veces, incluso en el momento de su muerte), levitación (según varías monjas), clarividencia (dicen que llegó a profetizar su propio rapto, un diluvio y una erupción del Teide), telequinesis (téstigos la vieron mover cosas sin tocarlas) y bilocación (dicen que salvó la vida al corsario Amaro Pargo en la isla de Cuba sin que su cuerpo hubiese abandonado físicamente el convento). Incluso se encontraron un manuscrito anónimo que nos referiría una serie de profecias en torno a la que ya entonces comenzó a ser conocida como Siervita de Dios ("Ella debe brillar después de su muerte").

El que la intentaran raptar en su niñez  (uno fue ordenado por la esposa del médico, tras la negativa de la madre de entregársela y el segundo y último intento fue orquestado por dos "damas" con el objetivo de obtener beneficios económicos con la venta de la virginidad de la muchacha) hace que sea considerada patrona y protectora de aquellos que sufren rapto y secuestro. 

Sor María de Jesús, mujer de extraordinaria bondad y Fe (más allá de los extraños hechos que se le atribuyen) era muy querida por los lugareños y las monjas, muriendo en olor a Santidad. El hecho de que su cuerpo halla permanecido incorrupto todo este tiempo no es tan importante en sí (dentro lo que cabe), siendo más destacable el hecho de su bondad y extraordinaria devoción. 

Desde el Siglo XIX se ha tramitado su beatificación, que aún está pendiende, a pesar de los milagros atribuidos a la Siervita de Dios, una mujer a la que se tiene gran devoción y que desperto admiración en todos lo que la conocieron (más allá de los milagros). El himno de la Siervita es el siguiente:

"Bella niña de El Sauzal,
y de La Laguna, el alma.
Enamorada de Dios,
pasión pura, sosegada.
La Siervita de Jesús,
María profunda calma.
Del sereno manantial,
el suave rumor del agua.
Del altísimo vergel,
la mística rosa blanca.
Ojos que son ya la paz,
iluminada mirada.
Clara ventana feliz,
ya nunca jamás cerrada,
donde se asoma el cantar,
anunciando la alborada"