María era una mujer superinteligente. Natural de Paniza en Zaragoza, nació en 1900. Su pasión fue el noble arte de la palabra escrita. Bibliotecaria, filóloga y lexicógrafa, María Moliner, que tuvo muchas dificultades en su juventud a la hora de estudiar no tanto por ser mujer, sino porque tuvo que sostener durante un tiempo a la familia, dando clases partículares de latín, matemáticas e historia, algo que, según sus hijos forjó su carácter.
Mujer dedicada al estudió y al archivo, ejerció en Zaragoza hasta que fue destinada al Archivo General de Simancas y posteriormente al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia. A comienzos de los años treinta su destino sería Valencia.
Si por algo destacó (y pasó a la posteridad) fue porque durante muchos años redactó el Diccionario de uso del español (que popularmente se conoce como el Diccionario de María Moliner), el cual apareció en dos volúmenes en 1966, siendo una referencia para conocer un idioma tan hermoso como el español.
Mucho después de su muerte (que acaeció en 1981), apareció en 1998 una nueva edición del Diccionario (la 3ª edición en ese momento) con importantes ajustes sobre la parte gramatical, términos acordes con la realidad social y la tecnología, así como la vulgarismos que en muchos casos no aparecieron en la edición original (¿por la censura o por decisión personal de la autora?). La última edición apareció en 2007.
Cabe decir que doña María Moliner a punto estuvo de ser miembro de la Real Academia de la Lengua, pero fue rechazada tal propuesta, siendo otra mujer, Carmen Conde, la que ocuparía el sillón ("una académica sin sillón" dirían algunos). Más allá de eso, tenemos en doña María Moliner a una de las grandes mentes españolas que ayudó a muchos hispanos a comprender el español con toda su complejidad y belleza.
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