lunes, 30 de noviembre de 2020

Mariana Pineda, la heroína del liberalismo

"Los niños de mi edad, y yo mismo, tomados de la mano, en corros que se abrían y cerraba rítmicamente, cantábamos en tono melancólico los populares romances dedicados a la heroica mujer"

Federico García Lorca 


¡¡¡Condenada!!! Así acabó Mariana Pineda, tras negarse a confesar a sus supuestos complices en una conspiración de carácter liberal contra el Rey Fernando VII en una época tan infame como la década ominosa, la cual llevó a centenares de españoles a la horca en defensa de la Libertad y la Pepa. 
 
 
Nacida en el seno de una familia noble de la bella ciudad de Granada en pleno Reinado de Carlos IV (año 1804), su padre era Mariano Pineda Ramírez, el cual era capitán de navío de la Armada. Apenás tenía quince años cuando quedo huérfana, quedó bajo la custodia de su tío paterno, José Pineda, contrayendo matrimonio a los quince años con Manuel de Peralta y Valle, hombre liberal y masón. Mariana quedó viuda muy joven y con dos hijos en 1822, pero continuó frecuentando los ambientes liberales en los que le introdujó su marido en una época curiosa, ya que un año después Fernando VII acataría la Constitución de 1812 obligado tras el pronunciamiento de Rafael de Riego. Los liberales habían ganado, pero era evidente que el Rey conspiraba para volver a la época anterior a dicho pronunciamiento.
Tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis procedentes de Francia, volvió el absolutismo, persiguiendose a los españoles implicados en el pronunciamiento de Riego (que acabó ahorcado) y con persecusiones a todo aquel que mostrase ideas liberales  La implicación de Mariana Pineda en uno de los muchos complots constitucionalistas (en 1826), en el que actuaba como intermediaria entre los liberales granadinos y exiliados de Gibraltar, levantó las sospechas del Alcalde de Granada, Ramón de Pedrosa y Andrade, el cual además era subdelegado principal de policía, siendo comisionado en Andalucía oriental por el Ministro de Gracia y Justicia, Francisco Tadeo Calomarde, con el objetivo de reprimir cualquier intento de alzamiento en favor de la Constitución gaditana. 
 

Mariana fue detenida por las autoridades, siendo sometida a juicio y absuelta al alegar ignorancia del contenido de las misivas y otros documentos hallados en su domicilio (puede que el hecho de que fuera mujer la librase de cualquier sospecha, dado que las mujeres por lo general no se metían en política).  Una de las acciones más relevantes en las que participó Pineda fue en la preparación en 1928 de la fuga de un primo suyo y que era un preso político liberal condenado a muerte, Fernando Álvarez de Sotomayor, el cual logró escapar de la cárcel disfrazado de fraile, huyendo a Gibraltar. Esta acción haría que la policía rodeara de espías a la granadina, llegando a registrar su casa. Pedrosa empezó a estrechar el cerco sobre Mariana. Hay una leyenda en torno a la relación entre Pineda y Pedrosa, que nos habla de una obsesión por parte de él debido a que ella lo rechazó. Nada cierto sabemos al respecto. 
Tras meses y meses de vigilancia, Pedrosa utilizó un soplo por el que Mariana (merced a unas bordadoras) estaría preparando una bandera con el lema "Libertad, Igualdad y Iey" con un triangulo verde en el centro y en fondo morado. Las autoridades absolutistas hicieron que las bordadoras llevaran la bandera a casa de Pineda el 19 de Marzo de 1831 y poco tiempo después registraron la casa donde supuestamente encontraron la bandera a medio bordar. 
Tras estar bajo Mariana quedó bajo arresto domiciliario un total de nueve días, con intento de fuga incluido, siendo trasladada posteriormente al Convento de Santa María Egipciaca. El proceso judicial duró algo menos de dos meses y estuvo plagado de acciones cuestionables, por no decir ilegales, por parte de las autoridades: ella ni siquiera estuvo presente durante el juicio y el abogado defensor apenás tuvo 24 horas para presentar su escrito. Lo cierto es que los jueces con sus lustrosas togas tenían la sentencia tomada de antemano. 
 

El Ministro de Gracia y Justicia autorizó un indulto para Mariana si delataba a sus compañeros, pero ella simplemente contestó: "nunca una palabra indiscreta escapará de mis labios". Doña Mariana Pineda, la legendaria Mariana Pineda de la que se escribirían poemas y obras como aquella de don Federico García Lorca, fue ejectutada a garrote vil el 26 de Mayo de 1831 ante las protestas del público que veía como se ejecutaba a una mujer fiel a los principios de la Constitución. 
 
 
Así con apenás 26 años pasó a la historia de los inmortales uno de los grandes ejemplos de lucha por la Libertad que fue y es doña Mariana Pineda, una mujer extraordinaria que alcanzó la Gloria como la heroína del liberalismo/constitucionalismo español.

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