No me equivoque con el título de la pintura. Es el triunfo de Baco velazquiano, impresionante obra que mezcla lo divino o mitológico con lo costumbrista, añadiendole las caras sonrientes de los borrachos que acompañan al dios e incluso uno de ellos nos mira directamente como queriendonos convidar a un trago. Algunos no rechazarian tal invitación.
Es el símbolo de la libertad que ofrecía el dios Baco, el dios que premia o regala a los hombres el dulce nectar, el vino, la liberación del hombre frente a la esclavitud provocada por los sinsabores del día a día. Ahí se mezcla lo divino con lo profano.
Velázquez realizó esta pintura cinco años después de haber llegado a Madrid y sólo el tiempo demostró que el triunfo de Baco con aquellos borrachos acompañando al dios significaba la constatación del triunfo del pintor sevillano con una de sus más reconocidas obras mitológicas.
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